Clima más cálido y lluvioso preocupa a viñateros de Burdeos

La primavera en Burdeos este año ha traído un brote temprano y muy virulento de mildiu, problema exacerbado por el clima cálido seguido de lluvias, lo que ha despertado preocupaciones considerables entre los viticultores de la región.

El mildiu, una enfermedad fúngica que ataca a las vides, parece haber encontrado un terreno fértil para su desarrollo en el área de Libourne, donde, según Alexandre Davy del Instituto Francés de la Viña y el Vino (IFV), se ha detectado de manera «frecuente o incluso muy frecuente». En otras zonas como Graves la situación es similar, aunque en el Médoc los casos están más dispersos.

Este año, los brotes han comenzado unas semanas antes de lo usual, adelantándose a los patrones observados tanto el año pasado como en 2020. De septiembre de 2023 a abril de este año, Saint-Émilion registró 950 mm de lluvia, un salto notable desde el promedio de 544 mm. Además, la temperatura ha sido en promedio 1,3 grados Celsius más alta que lo habitual.

Frente a este escenario, los viticultores están aumentando sus esfuerzos en tratamientos y protección de plantas para limitar la propagación del mildiu. A pesar de que algunos viñedos ya habían aplicado tratamientos preventivos contra esta enfermedad, el crecimiento nuevo de las hojas después de las pulverizaciones puede dejar a las plantas jóvenes vulnerables a nuevas infecciones.

Recientemente, la región ha experimentado un descenso en las temperaturas, pero se anticipa que el clima cálido volverá, lo cual podría fomentar aún más la aparición de brotes de mildiu. En respuesta a estas adversidades climáticas y agrícolas recurrentes, el cuerpo agrícola local MSA Gironde estableció el año pasado una línea de ayuda para los viticultores «traumatizados» por el impacto devastador de un segundo brote de mildiu en julio.

En conversaciones con expertos y viticultores de la zona, como Marie Loustalan Prévost de Château Grand Corbin-Despagne, se destaca que lidiar con el mildiu es especialmente complicado en Burdeos debido a su clima oceánico, que trae consigo una humedad más pronunciada. Esto afecta especialmente a las variedades de uva como el Merlot y otras tintas, que son particularmente susceptibles a la humedad.

El reto a que se enfrentan los viticultores en Burdeos no es menor. Las condiciones climáticas están alterando los ritmos tradicionales de cuidado y mantenimiento de los viñedos, obligando a una adaptación continua y a veces rápida, en un entorno donde la tradición suele marcar el paso. La situación actual subraya la necesidad de estrategias agrícolas innovadoras y sostenibles que puedan mitigar el impacto de estas enfermedades y asegurar la calidad y la sostenibilidad de la viticultura en la región.
(vinetur.com)