
Didier Chopin, un productor de vino francés de 56 años, se encuentra acusado de fraude, uso indebido de la denominación de origen y abuso de bienes sociales tras una investigación que ha sacudido al sector del Champagne. El caso se ha juzgado durante dos días en junio en el tribunal de Reims, donde Chopin admitió haber vendido entre 500.000 y 600.000 botellas de falso Champagne entre 2022 y 2023. Sin embargo, algunas estimaciones elevan la cifra hasta 1,8 millones de botellas.
La investigación comenzó en el verano de 2023, cuando un empleado denunció las prácticas irregulares ante las autoridades. Según los testimonios y documentos presentados en el juicio, Chopin compraba vinos tranquilos procedentes del Ardèche y de España, les añadía dióxido de carbono y jarabe de licor para darles burbujas y dulzor. Posteriormente, trasladaba la mezcla a la región de Marne, donde embotellaba el producto bajo la etiqueta Champagne.
El Comité de Champagne, organismo encargado de proteger la denominación y los intereses del sector, ha señalado a través de su abogada Diane De Valbray que nunca se sabrá con exactitud cuántas botellas fueron falsificadas y vendidas como Champagne debido a la supuesta manipulación contable por parte de Chopin.
El fraude salió a la luz cuando varios exempleados informaron a las autoridades. Tras conocerse la denuncia, Chopin huyó a Marruecos e inició allí un negocio agrícola. Fue detenido por la policía local por emitir cheques sin fondos y pasó siete meses en prisión antes de ser extraditado a Francia.
Durante el juicio, Chopin explicó que actuó bajo una fuerte presión comercial por parte de Leclerc, una cadena francesa de supermercados con gran cuota de mercado. Según su versión, le exigían aumentar la producción y reducir los precios para poder cumplir con los pedidos. Afirmó que no veía otra salida para mantener su negocio. En sus palabras ante el tribunal: “Todo el mundo lo sabía, todos participaron, todos cobraban buenos sueldos y todos se beneficiaron”.
El tribunal no consideró justificadas sus acciones. La presión sobre los pequeños proveedores es habitual en Francia, especialmente cuando reciben grandes pedidos que superan su capacidad productiva. En el país existe una fuerte competencia entre supermercados, lo que lleva a vender botellas de Champagne a precios muy bajos.
La fiscalía ha solicitado para Chopin una condena de cuatro años de prisión, tres de ellos suspendidos, además de una multa de 100.000 euros. Para su esposa, acusada como cómplice, pide dos años suspendidos y otra multa del mismo importe. También han solicitado que se le prohíba permanentemente operar cualquier negocio relacionado con el vino, que se incauten y destruyan todas las botellas falsas y que pierda todos sus activos vinculados al caso.
Chopin afronta además un futuro proceso judicial por infracciones aduaneras y está siendo investigado por presuntas agresiones sexuales contra varias exempleadas. La sentencia sobre este caso se conocerá el próximo 2 de septiembre en Reims.
La denominación Champagne cuenta con protección desde 1936 bajo la figura AOC (appellation d’origine contrôlée), lo que implica normas estrictas sobre métodos de elaboración, variedades permitidas y tiempos mínimos de crianza. El prestigio internacional del Champagne y el alto valor económico del sector lo convierten en objetivo frecuente para fraudes como el investigado en este proceso judicial.
(vinetur.com)