El vino es y será un elemento inspirador para el arte

La relación entre el vino, la historia y el arte, es indiscutible. El vino es elemento evocador, inspirador y protagonista de manifestaciones artísticas de todo tipo. Quizás las más conocidas sean las representaciones pictóricas que podemos encontrar a lo largo de las historia en obras de grandes pintores.

El triunfo de Baco de Velázquez, La bacanal de Tiziano, La vendimia de Goya… todos estos cuadros tienen en común como actor principal de la escena al vino. Incluso Caravaggio se atrevió a pintar las dos caras del vino con sus obras Baco y Baco enfermo, donde lanza un mensaje de aviso al cuidado en el consumo y sus consecuencias.

Las representaciones escultóricas, especialmente en las antiguas Grecia y Roma, nos muestran a las divinidades del vino Dionisio y Baco en obras de piedra que perduran en el tiempo. Incluso, uno de los primeros autómatas «El sirviente automático de Philon» tenía como propósito el servir vino y agua para asombro de quienes lo veían ya que estamos hablando de hace 2200 años nada más y nada menos.

Las matemáticas también están presentes en el vino. Podemos ver diversas marcas y etiquetas que tienen mucho que ver con esta ciencia. Algunos ejemplos son Principia Matemática, +7, 2лr, 1+1=3, 3², √9 o Teorema.

Pero seguramente, en el arte en el que podemos encontrar una mayor representación del vino es en la literatura.

El vino es inspirador a la hora de contar. De hecho, hay muchos dichos y refranes populares, que son los mayores mensajeros, en los que el vino es el que nos lanza una moraleja.

Grandes de la literatura podemos encontrar que han escrito al vino. Como Pablo Neruda y su «Oda al Vino», Charles Baudelaire con «El Alma del Vino» o «Mientras bebo a la luz de la luna» del poeta chino Li Po en la dinastía Tang.
(vinetur.com/JavierCampo)