Heladas afectan parte importante de viñedos en Francia

Empezó hace dos semanas con Champagne, pero a la siguiente se extendió por varias zonas de Europa occidental: el hielo primaveral está haciendo estragos en las viñas, ya brotadas. Y hay regiones, como Borgoña, y particularmente Chablis, en las que se repite la situación de 2016. No hay noticias de graves daños en España, pero el hielo ha llegado muy al sur: en Languedoc, en los alrededores de Narbonne, son muy serios los daños.

Según ha informado ‘Decanter’, el presidente de los viticultores del departamento del Aude, Frédéric Rouanet afirma que «gran parte del viñedo está dañada y hay cepas totalmente destruidas».

Más al norte, en el Jura, heladas de 2º bajo cero han bastado para matar los brotes, y han quedado dañadas entre el 30% y el 90% de las cepas en las AOC Arbois y Château-Chalon.

En el Loira el problema ya es crónico. En Pouilly-sur-Loire se va a perder un 30% de la cosecha, mientras que en Montlouis los viticultores, desesperados porque han sufrido estragos en tres de las cinco últimas añadas, han sufragado el coste de siete helicópteros para que sobrevolasen las viñas a baja altura: mover el aire es una forma de calentarlo y evitar la helada.

Según informa la agencia AFP, ese intento parece haber cosechado buenos resultados: este miércoles 26 de marzo serán 14 los helicópteros en esa zona del Loira: otra vez los siete de Montlouis, más cinco en Bourgueil, uno en Vouvray y uno en Azay-le-Rideau.

Guillaume Lapaque, director de las asociaciones vinícolas del departamento de Indre-et-Loire, explicaba a la AFP: «El año pasado, las explotaciones en dificultades han logrado acuerdos con los bancos, pero dos años seguidos seguían insuperables para muchas de ellas: es como una fábrica que se queme dos veces seguidas».

Un helicóptero cuesta de 200 a 250 euros por hectárea y por intervención. También se han puesto en marcha todos los demás medios anti-hielo: torres con hélices, velones en las viñas, cañones de aire caliente.

En Alsacia, el viñador Gérard Schaffar explicaba que las cepas de gewürztraminer que iban más avanzadas están totalmente quemadas y sus hojas «parecen tabaco tostado», mientras que Olivier Humbrecht escribía en su página de Facebook: «¡Jueves negro!».

En el Valais suizo la helada ha sido peor que la última vez que tuvieron una muy grave, en 2012, quedando afectadas 550 hectáreas.
(elmundovino)