Homogeneidad de viñedos modernos está matando la biodiversidad

El gran impulso de las plantaciones de viñedos en larga escala, la agroindustria del vino, está matando la diversidad de la viticultura a nivel internacional, sometiendo largas extensiones rurales a la existencia de un número muy reducido de especies de vides, las cuales son totalmente idénticas a nivel genético y altamente vulnerables a plagas y a los efectos del cambio climático.
 

Así lo afirmó Rafael Ocete, Doctor en Biología y profesor de Entomología Aplicada de la Universidad de Sevilla (España), quién se ha especializado en investigaciones sobre plagas de la vid y estudio de poblaciones de vid silvestre, en una clase magistral dictada en el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago.

Ocete señaló que la uniformidad genética de los clones de los viñedos intensivos en los principales países vitivinícolas resulta en la pérdida de la biodiversidad, pues se plantan clones idénticos genéticamente que van en desmedro de miles de otras especies de vides. Ante más de ocho mil especies de variedades de vides en el mundo, tenemos, por ejemplo en España, la supremacía de una decena de variedades que cubren gran parte de las más de 900 mil hectáreas de viñedos que son igual genéticamente, lo cual empobrece la biodiversidad y acarrea las consecuencias que eso supone, por eso la importancia de poder introducir otras variedades que amplíen ese abanico genético.

El especialista español hizo una exposición acerca de los trabajos que realiza junto a otros investigadores europeos en torno a la localización, identificación y estudio de vides silvestres, las cuales han ido en franco deterioro en Europa desde la llegada de la filoxera a fines del siglo XIX. De ese modo, el investigador español se refirió a las experiencias que han realizado con la identificación y estudio de las vides silvestres en la zona de la cordillera del Cáucaso, especialmente en Georgia y Armenia, donde hay registros de vides de hace ocho mil años.

En ese sentido, Ocete sostuvo que estudian las particularidades y características de las vides silvestres que han localizado principalmente en el sur y norte de España. El objetivo es formar con esas vides un banco de germoplasma para entonces tener ejemplares que sirvan, por ejemplo, para injertar otras variedades que actualmente con el cambio climático están presentando menor color y acidez en sus frutos, además de contribuir a la ampliación del universo genético de la viticultura.

Ocete resaltó la importancia de preservar las vides ancestrales, pues en ellas se encuentran características genéticas especiales que están desapareciendo con el intensivo cultivo de viñedos de clones con la misma identidad genética, y sus particularidades y características especiales pueden ser de fundamental importancia en el futuro, sobre todo frente al cambio climático y la proliferación de nuevas plagas y enfermedades de la vid.