Viña Chillán, los suizos del Valle del Itata se recargan

chi06Ya van más de quince años desde que tres suizos desembarcaron en Tres Esquinas, cerca de Bulnes, en la zona Este del Valle del Itata, para concretar el proyecto de tener una viña y bodega en Chile. Ahora le dan un nuevo impulso a Viña Chillán a través del enoturismo.

Rudolf Rüesch, Karin Lenz-Meier y Roland Lenz, visitaron Chile varias veces antes de concretar la compra de los terrenos donde hoy existe Viña Chillán. Buscar un lugar en Chile para tener una viña era primeramente un gran deseo de Roland, técnico en Vitivinicultura en Suiza, y para tal convenció a Karin y a Rudolf, éste último técnico agrícola en su tierra natal que solamente después de tres viajes accedió y se sumó al proyecto viñatero chileno.

La viña nació en el año 1998, bajo el nombre de Viña Tierra y Fuego, que en 2007 pasó a llamarse Viña Chillán. Eligieron el Valle del Itata porque consideraron que era el lugar ideal por su historia vitivinícola y condiciones de suelo y clima para el desarrollo de la viña.

Fue un arduo trabajo con los viñedos y la construcción de la bodega, además de un restaurante y una casa de huéspedes con seis habitaciones.

chi08Finalmente fue Rudolf quién se radicó definitivamente en Chile, y quién ahora dirige Viña Chillán. Los tres suizos siguen como socios, y Roland en Suiza comanda la venta de los vinos de la viña en Europa. Rudolf vive en la viña y comanda todos los trabajos en la misma, dirigiendo las faenas en los viñedos y también en la bodega, algo que está en su ADN, pues además de ser técnico agrícola, ha trabajado toda su vida en el campo, pues proviene de una familia de agricultores de la zona Este de Suiza.

Este «huaso suizo» ya echó raíces en Chile, pues además de radicarse e integrarse al medio vitivinícola de la zona, se casó con chilena y tiene una hija, Isidora Rüesch, quien disfruta del día a día de la viña y la bodega a sus doce años, y que más adelante podría seguir la tradición de la familia paterna por el campo.

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Ya me quedé en Chile y no veo a futuro que vuelva a Suiza, dice Rudolf con su tono característico y en un castellano-chileno medio germano pero derechamente local. Este hombre de campo está integralmente dedicado a la viña, y ahora con los nuevos proyectos, podrá estar más holgado para dedicarse totalmente a los viñedos y la bodega, ya que junto a sus socios han delegado la parte de enoturismo a una joven pareja de italianos con larga experiencia en turismo en la zona de los Dolomitas, cerca de la frontera de Italia con Austria.

 

chi01La parte de viñas, bodega y vinos está consolidada y atendida con el trabajo de Rudolf de todos los días, y ahora todo lo que es el enoturismo, restaurante y casa de huéspedes, estará a cargo de Denise Costa y Giorgio Ndou.

Por eso el restaurante que por estos días solo recibe a comensales mediante reserva previa, a partir de Julio cerrará sus puertas para pasar por una reforma integral, recargando así las potencialidades de este hermoso conjunto enoturístico de Viña Chillán en la bella zona campestre de Tres Esquinas, a pocos kilómetros de Bulnes, al sur de Chillán. La casa de huéspedes está y estará operativa.

chi11chi12Por ahora trabajan en los planos del nuevo restaurante, que estará en el mismo lugar físico contiguo a la bodega, pero que pasará por obras que le cambiarán totalmente su aspecto interno, permitiendo una mayor integración con el bello entorno natural donde se emplaza.

A pesar de estar en este periodo de cambios, igualmente pudimos probar «la mano» del chef Giorgio Ndou, no específicamente los platos más sofisticados que integrarán la futura carta, pero sí un par de preparaciones que actualmente se sirven en el restaurante.

chi13Y la experiencia fue muy agradable, con sabrosos platos que vislumbran un excelente y rico futuro gastronómico en Viña Chillán. Lo que probamos fueron canneloni de espinacas y ricota (una salsa exquisita, masa suave y relleno muy natural, todo gratinado); un filete en trozos con papas salteadas con especias muy simple pero muy sabroso; y de postre una panna cotta tradicional en su punto, tanto en textura como en dulzor.

Seguro que el nuevo restaurante de Viña Chillán será una novedosa y sabrosa opción para los visitantes y habitantes de la zona. Y esto se complementará muy bien con las cómodas, amplias y bien acondicionadas habitaciones de la casa de huéspedes, que tienen salamandras en su interior, terraza con vista a los viñedos y piscina para los días calurosos, y que está en pleno funcionamiento.

Y si le sumamos los vinos, bueno, ahí se completa la experiencia que ofrece Viña Chillán: disfrutar de los paisajes y ambiente campestre, una sabrosa oferta gastronómica, y cómodas habitaciones para descansar y desconectarse, complementado con caminatas entre los viñedos y por los caminos aledaños característicos del campo chileno.

chi10En esta visita probamos prácticamente todos los vinos de Viña Chillán, los cuales tienen un sello característico: son vinos con guarda en barricas muy bien equilibrados con la potencia de las uvas de los viñedos aledaños. Pero de todos los vinos degustados, tres fueron los que me llamaron más la atención: un rico y equilibrado Carmenère Gran Reserva 2012; un potente y elegante Malbec Gran Reserva 2010; y un sorprendente Uva País Barrica 2006, de rico cuerpo, bello color y justa acidez, muy buena y equilibrada estructura que llama la atención su evolución en botella, muy bueno este País en barricas, algo no muy común pero aquí muy bien logrado.

Viña Chillán se recarga con mejores servicios enoturísticos que se complementarán muy bien con sus vinos, los cuales ya tienen un estilo y sello característicos. Es la consolidación de un proyecto que lleva quince años de vida y que trajo diversidad y ha enriquecido esa zona del Valle del Itata.
                                                                                                                www.vinachillan.com

(Aleandro Tumayan / todovinos.cl)

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