Viñateros expusieron ante Comisión de Agricultura del Senado

vinaterosLa Coalición Nacional de Viñateros, que agrupa hasta ahora 16 asociaciones y vitivinicultores independientes de las regiones VI, VII, VIII y RM, expusieron esta semana ante la Comisión de Agricultura del Senado, la problemática que viven miles de productores independientes por abusos de posición dominante y practicas desleales de actores relevantes de la industria del vino en Chile.

La reunión con la Comisión se llevó a cabo el lunes 21 de Marzo y fue encabezada por el senador Felipe Harboe. En la ocasión los Senadores, en mayor o menor grado, se refirieron a la ley de libre competencia y manejando datos duros repudiaron y criticaron el actuar del poder dominante y ejemplificaron como el tozudo actuar de este poder podría perjudicar a este mismo en los mercados internacionales que son cada vez más exigentes con la responsabilidad social.

La Coalición de Viñateros agradeció a la Comisión de Agricultura del Senado, que haya hecho el seguimiento con el Fiscal Económico, de la denuncia presentada por los viñetaros ante la Fiscalía Nacional Económica el pasado 10 de Diciembre, por abusos de posición dominante y practicas desleales.

«Agradecidos que la comisión haya transparentado el ‘gran lobby´ que estaría haciendo Concha y Toro. Se agradece que los integrantes de la comisión se hayan negado a las reuniones privadas con esta viña en otro formato que no sea a través de la Comisión. También instamos al resto del aparato estatal a seguir el ejemplo de la Comisión, recordar que hay una denuncia en curso», señala la Coalición Nacional de Viñateros.

Los viñateros también destacan el interés mostrado en mayor o menor grado por los distintos senadores de la comisión en empezar a trabajar las soluciones «ahora ya» como la prohibición de vinificar de uva de mesa, derogación de la ley que permite adicionar 7% de agua al vino y planificación de las plantaciones de viñedos, entre otras, medidas que vendrían a resolver en forma rápida y sin costo alguno para el Estado, el problema aparente del actor dominante de los sobrestocks y calidad en los vinos, que estaría usando para justificar los injustificables abusos.

La Coalición Nacional de Viñateros divulgó un documento con los temas que se trataron en la reuni+on con la Comisión de Agricultura del Senado, cuyos principales puntos reproducimos abajo.

-El Rol del Estado es fundamental, ya que es el responsable de regularizar, fiscalizar, corregir y sancionar los actos que atenten contra la libre competencia en un oligopsonio, donde no opera la ley de oferta y la demanda, y en donde los productores no son libres, sino más bien presas de los abusos y prácticas desleales del gran poder comprador en varios ámbitos.

-En lo anterior es clave la denuncia a la FNE por abuso de posición dominante y practicas desleales, presentada el 10 de diciembre 2015, por 16 asociaciones del país (VI, VII, VIII, RM) . Es crucial que ésta llegue a buen término, lo que permitirá soluciones de fondo para corregir esta situación. Las medidas deberían apuntar a desconcentrar, desintegrar, transparentar, regularizar la industria, y obviamente una fiscalización más eficaz para que la ley se cumpla, con el objetivo de inyectar dinamismo y competitividad al sector, lo que traerá aumento en la productividad de la industria.

-En este ámbito y pensando en un desarrollo sustentable que viene impulsando el gobierno, y en el aparente sobre stock que por años ha aludido el poder comprador para justificar los bajos precios, una solución necesaria y básica que no puede esperar ser{ia impulsar “ahora ya” una planificación de aquí en adelante de las plantaciones de viñedos, tal como ocurre en los países europeos con una larga tradición vitivinícola. Es decir solo se planta lo que se necesite y donde se necesite. Esta medida debería también apuntar a desconcentrar las plantaciones y hacer un uso más eficiente de los recursos. No olvidar que el gran poder comprador es el que posee el mayor porcentaje de hectáreas plantadas, y aunque alega que hay sobre stock sigue plantando y adquiriendo terrenos para expandirse.

-Chile debería apuntar a producir más calidad que cantidad como tanto repite el actor dominante, en este sentido se debería prohibir “ahora ya” la vinificación de UVA DE MESA de una vez por todas, que no aporta en nada a lo anterior, ni al problema de los stocks que tanto alude el poder dominante. Recordar que actualmente el Gran Poder Comprador son casi los únicos que vinifican y venden vino producido con uva de mesa, vino de calidad muy inferior al de uva vinífera. En otros países esta práctica está prohibida, porque denigra al vino en su esencia.

-Se debería revisar y derogar también “ahora ya” el 7% de agua que ahora es legal incorporar al vino en Chile. Este porcentaje es exagerado, considerando que por proceso no debería usarse agua más allá del 1, 5%. Además hay que decir que no existe una fiscalización adecuada o es muy difícil determinar a ciencia cierta el porcentaje de agua en el vino. Sin duda esto constituye una ventana para seguir aumentando el porcentaje de agua más allá del 7%, y terminar vendiendo agua en vez de vino.

-El cambio en la ley que permitió el 7% de agua en el vino se gestó gracias al lobby del gran poder comprador, donde las asociaciones de productores de uva no participaron y/o fueron informadas de dicho proceso o cambio en la ley. Recordar que adicionar agua en un 7% al vino implica disminuir la calidad de los vinos y aumentar las existencia en alrededor 84 millones de litros, volumen que es mucho más de la producción actual de vinos de la Región del Biobío, por ejemplo.

-En la misma línea se debería potenciar las D.O, reglamentar las productividades por hectáreas, dependiendo del vino a producir, algo similar a lo que ocurre en países con un larga tradición vitivinícola, y esto tendría que llevar amarrado un tema precio (precio que debería guardar relación a los precios internacionales en mercados competitivos) para incentivar a los productores a producir vinos de calidad.

-Prohibir la importación de alcohol etílico, usado para la adulteración y rectificación de vinos.

-Es claro que al gran comprador no le gustarán estas medidas, que resuelven los problemas que ellos aluden y en donde no hacen nada por cambiar las malas prácticas, al contrario, porque hasta aquí solo han usado estos discursos como excusas para pagar el 88 % de las uvas como genéricas/corrientes bajo los costos de producción. Recordar que el segmento de los vinos Premium no es más del 12 % del mercado total de los vinos.

-En el ámbito de fomento/desarrollo/comercialización, se informara de los avances comprometidos por el Ministro de Agricultura el 2015, se insistirá en el cumplimiento de los compromisos y en una estrategia de desarrollo focalizada en los necesidades reales de los pequeños a nivel regional, que permita que estos puedan escalar en la cadena productiva (vinificar, embotellar y vender al consumidor final), y dar valor agregado a su pequeña vitivinicultura: limpia, artesanal, patrimonial, con vinos con identidad que es precisamente lo que los mercados están pidiendo. Se suma a lo anterior la necesidad de diversificar la producción, creando o desarrollando nuevos productos o rescatando los antiguos (destilados, espumantes, jugos, pasas, uva, para consumo en fresco, etc.). El desarrollo del enoturismo debería venir a completar la estrategia.

-Para desarrollo/fomento/comercialización necesitamos instrumentos y programas que se ajusten con estas necesidades, por ejemplo, y lo más urgente, que financien infraestructura para vinificar y que se puedan abrir algunos canales de comercialización.

-Con estas medidas entre otras tanto en el ámbito regulatorio y fomento que van juntas, inyectaríamos dinamismo y competitividad a la industria. Esto traerá sin duda un incremento en productividad y lo más importante, salvaríamos el Futuro del Vino Chileno, que está precisamente en los pequeños productores.

-Queremos hacer presente la grave crisis que estaría llegando a su grado máximo, y que si el Estado con todos los actores de la cadena no actúa rápido y estratégicamente, esto podría reventar de la peor forma con las consecuencias que podría traer a Chile, como un país miembro de la OECD, una de las economías más abiertas del mundo y con relaciones comerciales con las principales economías del mundo, donde el vino chileno y la industria propiamente tal es la imagen país.

-Nos gustaría poner en relevancia que los productores de uva vinífera en el país lo hemos perdido todo, estamos en la ruina, de moral caída, sin mucha gente en los campos que quiera seguir la actividad por no ser rentable. Han sido anos de explotación, este es nuestro último suspiro. Por tanto, en este escenario, los productores no tenemos nada que perder en imagen. La imagen la tienen que cuidar el actor dominante, los grandes, ellos si están ganando con el vino chileno, la imagen la tiene que cuidar el gobierno de Chile, ellos si están beneficiando a nivel macro con los ingresos de las exportaciones que ayudan a mejorar los indicadores económicos a nivel país.

-Finalmente decir que este problema podría ser resuelto rápidamente por el actor dominante y sus seguidores, esto es fijando precios de aquí en adelante a las uvas y vinos al productor que guarden relación a las variables imperantes en el mercado y al valor con que el consumidor percibe el producto final, que refleje por ejemplo la alta demanda del vino chileno, los precios a nivel nacional e internacional que ellos venden sus vinos, las jugosas utilidades, etc., que de una vez por todas se olviden de dar excusas para justificar sus abusos. El actor dominante decidirá si la solución se hace con escándalo o sin él, de este depende finalmente la imagen del vino chileno.

Solo el Estado, con la ayuda de todos los actores en la cadena productiva, puede revertir el panorama. Entonces hay que actuar estratégicamente y pensando en una vitivinicultura sustentable (económico, social, ambiente) por el bien de todos.

(todovinois.cl)