La urgencia de la unión de los pequeños productores de vino

Afortunadamente, desde hace ya algunos años, digamos que no tan pocos, han irrumpido en la “escena” vitivinícola nacional los vinos de los pequeños productores de distintas zonas del país, siendo a través de ferias, la valoración de viñedos antiguos, recuperación de métodos tradicionales y naturales de producción, así como el “redescubrimiento” de cepas “pérdidas” en los campos por parte de enólogos independientes que producen vinos a baja escala.

Este nuevo escenario se ha ido incrementando con el pasar de los años, y aunque ha sido muy importante que se hayan posicionado en el escenario vitivinícola nacional, la realidad de la gran mayoría de los pequeños viñateros es muy frágil e incierta. Además de los elementos ya enumerados, también han contribuido a la valoración de cepas tradicionales proyectos de viñas medianas y grandes que con nuevas líneas de vinos han suscrito contratos con viñateros para la compra de uvas de cepas “olvidadas”. Estos casos no son muchos, pero también han contribuido a que comiencen a ser destacadas variedades que antes no estaban en la paleta vitivinícola nacional más comercial.

Las ferias de vinos de pequeños productores también han incentivado la “aparición” más relevante de los mismos, y aunque todavía con impacto muy relativo, estos eventos se multiplican y hacen más público la gran variedad y diversidad de la producción de vinos a nivel nacional, lo que es el verdadero “patrimonio” que nos da nuestra rica y loca geografía.

Ante esta “nueva” realidad más diversa y rica de la vitivinicultura nacional, este segmento de miles pequeños productores y viñateros necesita más impulso y apoyo para poder tener una presencia más relevante a nivel nacional. Y es aquí donde mirando ejemplos del viejo continente, nos surge la inquietud de la necesidad de la urgente unión y/o asociatividad de los pequeños productores.

Ya existen algunas agrupaciones en este sentido, pero es necesario que la asociatividad se expanda e incluya a un universo mayor de pequeños productores y viñateros. En el tal vez más tradicional país vitivinícola del mundo, Francia, hay ejemplos de esto, como es el caso de Vignerons indépendants de France que agrupa a cerca de 10.000 pequeños viñateros galos.

En Chile, las agrupaciones de pequeños productores de vino existen más bien en algunas pocas regiones, reúnen a viñateros de algún valle específico pero no están organizados de manera más amplia a nivel nacional. Una inicitiva en ese sentido, que tenga ciertas normativas para sus miembros en términos de producción y prácticas sería un gran impulso a nivel país. Es sabido que la asociatividad es algo compleja, tanto por la diversas de intereses, especificidades, necesidad diversas, etc., pero bajo un amplio “paño” aglutinador común, como el ser pequeños y producoters independientes, podría llevar a que los diversosas gerupos ya existentes y mimebros de manera individual pudieran reunirse en un solo estamento que los represente de mejor manera y con mayor fuerza, poniendo bases para incluso incurrir en iniciativas de distribución y comercialización, un gran problema para los pequeños viñateros y productores de vino.

Con una representación más amplia a nivel nacional también se podrían impulsar iniciativas de apoyo por parte del Estado. Así como programas estatales apoyan con recursos fiscales a grandes viñas en la implantación de sistemas de riego, por ejemplo, se podría reclamar de parte del Estado apoyo más relevante a los pequeños productores, tanto a nivel de iniciativas productivas como de promoción.

Entendemos que la atomización de entidades de este inmenso sector de pequeños viñateros y productores de vino, juega en contra de su gran potencial representativo de una vitivinicultura rica y diversa, donde se destacan prácticas sustentables con producción a pequeña escala que además impulsan la preservación de antiguos viñedos y métodos productivos menos invasivos, dando como resultado uvas y vinos de calidad superior y natural.

Siendo Chile un país vitivinícola destacado a nivel global, falta mucho en términos de la difusión y conocimiento de la cultura del vino a nivel país, y sobre todo de ese inmenso mundo de pequeños productores que hacen más diversa y rica la vitivinicultura nacional.

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)