OIV: Las últimas cifras globales del mundo del vino

El director General de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Pau Roca, presentó las primeras estimaciones y perspectivas de la producción mundial de vino 2022 en el marco del primer día del 43º Congreso Mundial que se lleva a cabo en Ensenada, Baja California, México.

Según los datos más recientes, el viñedo mundial se estima en 7,3 millones de hectáreas, de donde se han obtenido unos 74,8 millones de toneladas de uva, de las cuales 34,1 millones de toneladas se destinaron a la producción de vino (con los que se elaboraron 262 millones de hl), 3,1 millones de toneladas fueron destinados a la elaboración de jugos y mostos (con los que se elaboraron 26 millones de hl), 30,1 millones de toneladas fueron para el consumo en fresco de uva y 5,4 millones de toneladas para la producción de uvas pasas (con las que se obtuvieron 1,35 millones de toneladas de uvas pasas ya que se necesitan 4 kilos de uvas frescas para obtener 1 kg de uvas pasas), con estos datos se presentó Pau Roca, director general de la OIV en el primer día del 43º Congreso Mundial que se lleva a cabo hasta el 4 de noviembre en Ensenada, Baja California, México.

Los 10 países que hoy se encuentran en el top mundial de superficie de viñedos son España (con 964 kha), Francia (con 798 kha), China (con 783 kha), Italia (con 718 kha), Turquía (con 419 kha), Estados Unidos (con 393 kha), Argentina (con 211 kha), Chile (con 210 kha), Portugal (con 194 kha) y Rumania (con 189 kha).

Por otro lado, según las estimaciones de Roca la producción de uva fresca vivió un crecimiento muy significativo, de hecho dobló su producción en los últimos 20 años. Actualmente los países con mayor concentración de producción para vinos de mesa tiene jugadores indiscutidos como China (con 10,9 mt), India (con 3,6 mt), Turquía (con 1,9 mt), Egipto (con 1,5 mt), Irán (con 1,4 mt), Uzbekistán (con 1,2 mt), Italia (con 1,0 mt), Brasil (con 0,9 mt), Estados Unidos (con 0,8 mt) o Perú (con 0,7 mt).

En tanto, Asia y América concentran la producción mundial de uvas pasas (con unos 1,4 mt) y los países con mayor producción mundial son: Turquía (con 358 kt), Estados Unidos (con 274 kt), China (con 180 kt), Irán (con 131 kt), Sudáfrica (con 73 kt), Uzbekistán (con 70 kt), Chile (con 64 kt), Afganistán (con 50 kt), Argentina (con 45 kt) e India (con 36 kt).

Respecto a la elaboración puntualmente del vino, Roca comentó que la evolución de la producción mundial -más allá de haber tenido bastantes altibajos en los últimos- se estima que llegará en 2022 a unos a unos 260 mhl. Esto se debe en parte a que en la Unión Europea los rendimientos fueron mayores a los esperados al principio de la cosecha. Aunque, por otro lado, la producción de vino en el hemisferio sur fue un 7% más baja que la producción récord de 2021 pero totalmente en línea con las cifras promedio de los últimos 5 años. Así, el top 10 de los productores mundiales de vino hoy está compuesto por Italia (con 50,3 mhl), Francia (44,2 mhl), España (con 33,0 mhl), Estados Unidos (con 23,1 mhl), Chile (con 12,4 mhl), Australia (con 12,1 mhl), Argentina (con 11, 4 mhl), Sudáfrica (con 10,2 mhl), Alemania (con 8,9 mhl) y Portugal (con 6,7 mhl). Estos 10 países concentran más del 90% de la producción mundial de vino.

Las cifras del consumo mundial de vino después del pico de 2017 fueron decayendo en los últimos años, primero por una caída en la demanda interna de China y después por la crisis sanitaria del Covid-19. En 2021 se estima que se llegará a unos 235 mhl con un incremento del 1% respecto a 2020 gracias a la finalización de las medidas de confinamiento mundiales. Así, el ránking de los países con mayor consumo mundial está actualmente compuesto por Estados Unidos (con 33,1 mhl), Francia (con 25,2 mhl), Italia (con 24,2 mhl), Alemania (con 19,8 mhl), Reino Unido (con 13,4 mhl), España (con 10,5 mhl), China (con 10,5 mhl), Rusia (con 10,5 mhl), Argentina (con 8,4 mhl) y Australia (con 5,7 mhl).

Si nos metemos en el comercio internacional del vino, Roca subrayó que después de la caída del 2020, en 2021 se llegará a un récord en volumen (113 mhl) y en valor (34.3 bn €). Así, el top 10 de países exportadores hoy queda compuesto por España (23,0 mhl), Italia (con 22,2 mhl), Francia (con 14,6 mhl), Chile (con 8,7 mhl), Australia (con 6,3 mhl), Sudáfrica (con 4,8 mhl), Alemania (con 3,7 mhl), Argentina (con 3,3 mhl), Estados Unidos (3,3 mhl) y Portugal (con 3,3 mhl). Por otro lado, los países con mayor importación de vinos tienen a Alemania a la cabeza (con 14,5 mhl) seguido por Estados Unidos (13,9 mhl), Reino Unido (con 13,6 mhl), Netherlands (con 5,0 mhl), China (con 42, mhl), Canadá (con 4,2 mhl), Bélgica (con 3,9 mhl), Rusia (con 3,7 mhl) e Italia (con 3,0 mhl).

Roca también compartió cifras específicas del mercado del vino en México donde actualmente la superficie implantada de viña llega a unas 35.955 hectáreas, con las cuales se producen unos 452 millones de toneladas de uvas de mesa, 359 millones de toneladas de vino y 18 toneladas de uvas pasas. Algo alentador es que el consumo per cápita actual aumentó un 22% en los últimos 10 años y más allá que la cifra actual apenas llega a 1,1 l/per cápita hay un gran campo de oportunidad para trabajar en que estas cifras sigan subiendo año tras año.

En su discurso final, el  director General de la OIV subrayó que «la vendimia de este año se ha caracterizado por un calor extremo y una sequía récord que ha acelerado la maduración en los viñedos de todo el mundo» y agregó que «un informe publicado recientemente por el Observatorio Global de Sequías indicó que casi dos tercios del territorio europeo estuvo en estado de sequía o de alerta debido a las olas de calor y a la escasez de lluvias: ésta ha sido la peor sequía de los últimos 500 años. Y Europa no ha sido la única región afectada: desde el este de África hasta California han registrado temperaturas extremas este año. Se trata, evidentemente, de un nuevo recordatorio de la fuerza e impacto del cambio climático para dar un vuelco al mundo de la vid y el vino. El cambio climático es real, y es sin duda uno de los retos más relevantes para nuestro sector. Las anomalías meteorológicas se están convirtiendo en la nueva normalidad, y probablemente deberíamos reconocer su regularidad en lugar de tratarlas como emergencias».

Por otro lado, invitó a que los responsables políticos ayuden al sector vitivinícola «a navegar en este turbulento período en el que, por un lado, el sector se enfrenta a fuertes subidas de costes (desde la factura de la electricidad hasta los precios de las botellas y las etiquetas) y, por otro, a unas perspectivas muy preocupantes para la economía mundial, que podría entrar pronto en un período de recesión económica, y que inevitablemente repercutirá en los mercados y en el poder adquisitivo de los consumidores». Ya que según el FMI, «un tercio de la economía mundial se contraerá probablemente este año o el próximo. Y ciertamente, el sector del vino no será una excepción».

En este contexto, la gran fuente de esperanza para Roca es sin lugar a dudas la disponibilidad de nuevos medios digitales. «Creo que la actual transición digital del sector está ofreciendo herramientas eficaces para navegar en estas aguas turbulentas. Hoy en día operar con un modelo de negocio híbrido es definitivamente una estrategia valiosa. Estoy firmemente convencido de que éste es el camino a seguir y de que muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy en día pueden mitigarse -si no resolverse- con la adopción de soluciones digitales».

Otra luz de esperanza en la que Pau considera que el sector puede apoyarse en estos tiempos de crisis es el Enoturismo. «Se trata, en efecto, de un fenómeno en auge que merece especial atención por parte de los responsables políticos, ya que aporta numerosos beneficios no sólo al propio sector, sino también al desarrollo local y rural gracias al papel que desempeñan las sinergias entre la cultura del vino, la identidad territorial y el turismo. Si se gestiona bien, el enoturismo puede considerarse también un ejemplo muy valioso de turismo sostenible, que prioriza los circuitos cortos; así como un fenómeno innegable de la recuperación económica.

Y para finalizar comentó que «lamentablemente seguimos asistiendo al desarrollo de propuestas de políticas de alcohol que se basan más en la doctrina, que en la ciencia.  Estamos transitando peligrosamente un camino resbaladizo que podría cuestionar la legitimidad del vino en nuestra sociedad. Por eso, al acercarse el centenario de la OIV es necesario recordar que los principios fundamentales que inspiran nuestra Organización se plantearon en los años de la prohibición. Así, los próximos 100 años deberemos conseguir la universalización del consumo y la plena legitimidad universal para el vino».
(vinetur.com)