Baja en consumo y venta de vinos a causa de la pandemia

La información y los datos estadísticos disponibles son insuficientes para proporcionar un pronóstico preciso y anticipar el escenario del sector vitivinícola en el futuro. Sin embargo, gracias al contacto permanente con los Estados Miembros de la Organización, la OIV tiene cierta información cualitativa a su disposición.

Los comentarios de los Estados miembros reflejan un cambio radical o una transferencia entre canales de distribución. El balance general esperado es una disminución en el consumo, una reducción en los precios promedio y, por lo tanto, una disminución general en el valor total de las ventas, la facturación, los márgenes y finalmente las ganancias de las bodegas.

En lo que respecta a las exportaciones, las economías en recesión no son un mercado prometedor para desarrollarse, y durante esta pandemia, los países consumidores más grandes han sido los más afectados. Los flujos comerciales pueden recuperarse junto con la economía, pero podrían ocurrir algunos cambios permanentes.

El cierre de bares y restaurantes para contener la propagación de la Covid-19 puede provocar un daño mucho mayor de lo que nos imaginamos, señaló la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), las ventas mundiales de vino a raíz de la pandemia se han reducido drásticamente  y los ingresos de las bodegas en Europa podrían reducirse a la mitad.

Si bien es probable que el sector desarrolle de la famosa «V» descrita por los economistas, y las ventas de vino vuelvan a crecer rápidamente una vez que se alivien los bloqueos, la crisis podría traer cambios irreversibles para el sector, aseguran desde la organización.

Los productores europeos, particularmente en Francia, Italia y España, han pedido ayuda urgente a UE. Recordemos que a la actual situación se une el bloqueo de la administración Trump a los vinos europeos penalizados por aranceles estadounidenses del 25% como parte de la respuesta de Washington a los subsidios a los aviones de la UE.

«En Europa, el cierre de este importante canal de distribución podría traer una reducción del 35% en el volumen y una reducción de casi el 50% en las ventas», dijo el Director General de la OIV, Pau Roca, en una conferencia de prensa por webcast, sin dar un calendario.

Roca dijo que la distribución se había trasladado a los minoristas y las compras online, pero se esperaba que el consumo general cayera, junto con los precios, afectando la rotación y rentabilidad de las bodegas.

Con las ganancias mundiales del vino en niveles récord el año pasado, la contracción en el sector fue comparable a la observada al final de la Segunda Guerra Mundial, agregó.

Los países mediterráneos serían los más afectados, ya que dependen en gran medida de bares, restaurantes y terrazas y el turismo seguirá siendo limitado incluso después de que se levanten las medidas de cierre.

«En este momento, todos están de acuerdo en que el bloqueo ha tenido un efecto destructivo, probablemente irreversible a menos que se presenten recursos públicos excepcionales para la reconstrucción», dijo Roca, cuya organización agrupa a los gobiernos de 47 países productores de vino.

El ministro de Agricultura francés, Didier Guillaume, aseguró el jueves que los bodegueros franceses solicitaron urgentemente más ayuda de la UE. Por su parte, en España el sector vitivinícola solicitó al Ministerio de Agricultura medidas excepcionales para reducir el impacto de la COVID-19.

En una línea similar se mostraron las previsiones de la Unión Europea, que el pasado lunes anunciaba que el consumo de vino en los 27 países del bloque caería un 8% en la temporada 2019/20 en comparación con el promedio de los últimos cinco años.

La conferencia online de Roca sirvió para presentar el informe global de producción, consumo y comercio del sector del vino en 2019. Así, el mercado internacional del vino superó los 31.800 millones de euros el pasado año, un nuevo récord, con Francia, Italia y España a la cabeza como principales exportadores.
(vinetur.com)