El Comité Europeo de Empresas del Vino considera que el vino es cultura y, como tal, exigen que su fiscalidad debe tener un estatus especial en toda Europa, como es el impuesto cero, que ya aplican países como España o Italia.
Así lo ha informado su secretario general, Ignacio Sánchez Recarte, quién ha añadido que el Comité Europeo de Empresas del Vino ve que «la situación de privilegio que tiene el vino, que es un anclaje a cero euros en los impuestos especiales en algunos países de la Unión Europea (UE), se está degradando».
Ello se debe, por una parte, a que «muchos estados, incluso tradicionales, como Grecia, que tenían un impuesto cero al vino, lo han subido por motivos fiscales», ha indicado.
También han influido en esa «degradación» que «otros productos, como la cerveza, tienen aspiraciones a anclarse a ese impuesto cero» y, «lo que ha sido siempre visto como un impuesto especial (al vino) establecido para recaudar y hacer caja en los estados de la UE, se está argumentando cada vez más como un instrumento para el control del consumo de alcohol», ha alertado.
Ha precisado que hay algunos países del norte de Europa que ya han presentado propuestas reglamentarias en este sentido y es «un riesgo» porque una aprobación en este sentido puede ser negativa para las ventas, en especial, de los países productores, ha dicho.
Por ello, ha incidido en la importancia del trabajo que desarrolla España, junto con la FEV, y su apoyo al Comité Europeo de Empresas del Vino y a otros «lobbys» para defender que «el vino es cultura y que su fiscalidad debe tener un estatus especial».
Quieren frenar que se repita lo del Reino Unido, que grava el 60% del precio.
En la actualidad, ha explicado, lo que se discute en Bruselas es si el vino mantiene su impuesto cero y a las bebidas espirituosas se les sigue aplicando un impuesto mínimo, como establece una de las directivas comunitarias para cada estado miembro, o si prevalece que estados como Reino Unido puedan gravar el vino con un impuesto que represente casi el 60% del precio de una botella.
Para él, las armas que el sector vitivinícola de los países productores tiene para conseguir la fiscalidad cero para este producto es que es cultura y, como tal, debe ser protegido con unas condiciones especiales, además de defender la importancia económica que representa para todo un sector, lo que requiere de la fuerza política y empresarial ante las instancias comunitarias.
Sánchez Recarte ha recalcado que el vino es el primer producto agrícola en exportación de la UE, con más de 10.000 millones de euros en 2015, lo que significa que participa de «una manera increíble en la balanza positiva económica de la Unión».
(agroinformacion.com)