La historia de por qué las botellas de vino son de 750 ml

Las leyendas urbanas sobre la capacidad de las botellas de vino son variadas. Una dice que era la máxima capacidad pulmonar con la que antiguamente un soplador fabricaba una botella. Otros dicen que de 1 kilo de uva se obtienen 750 ml de vino y por eso se usó ese tamaño de botella.

Otras versiones indicaban que 750 ml era la cantidad exacta de vino para servir 6 vasos (125 ml cada uno), la cantidad ideal para consumir entre dos personas según el estándar habitual de las hosterías italianas (antiguas tabernas aún vigentes).

Otros dicen que esa norma se estableció en la Francia napoleónica del siglo XVIII, al considerarse «la cantidad adecuada que un hombre debe beber durante la cena».

Otros que era la mejor capacidad para conservar el vino en perfectas condiciones. Todas mentiras.

La verdad de los 750 ml​

La medida viene de la Europa medieval. En aquellos tiempos la medida básica utilizada para el comercio internacional era el galón inglés y se estableció que la quinta parte era ideal para el transporte de botellas, es decir 750 ml.

En una caja estándar caben 6 o 12 botellas lo que significan dos galones ingleses.

Desde aquella época y hasta nuestros días surgieron nuevos formatos: mágnum (1,5 litros), jeroboam (3 litros), rehoboam (4,5 litros), matusalem (6 litros), salmanazar (9 litros), baltazar (12 litros) y melchor (18 litros).

Se comprobó que la mejor es la mágnum, la botella de 1,5 litros que conserva óptimamente el vino, ya que le produce menor oxidación y tiene la misma cantidad de oxígeno, lo que provocará que el líquido se conserve más tiempo.

Actualmente existen al menos 14 tamaños diferentes de botellas de vino que van desde los 187 ml hasta los 30 litros, pero el vino de consumo masivo y el que se encuentra en todos los súper es de 750 ml.

Y las regulaciones internacionales aceptaron esa medida. En 1975 la legislación europea sobre envases declaró que el vino sólo podía venderse envasado en el formato de 750 ml y Estados Unidos, siguiendo la legislación europea, adoptó la medida en 1979.

En síntesis, el vino viene en botellas de 750 ml por cuestiones matemáticas y burocráticas. Lo demás son leyendas urbanas.
(clarin.com)