Por la sequía producción cae un 10% en viñedos españoles

En las últimas semanas ha comenzado la vendimia en algunas de las zonas productoras más importantes de España, dentro de una campaña marcada inicialmente por una rebaja de la producción de alrededor del 10%. Sin embargo, los precios de partida pagados por las bodegas solo han registrado unos incrementos medios del entorno del 2%, aun cuando los costes medios se han incrementado, según estima el sector, en un 30%.

La incertidumbre sobre la evolución de la economía por la elevada inflación y las crisis abiertas está detrás de esa política de las bodegas. La recolección generalizada se adelantará unas semanas a finales de mes mientras los viticultores no pierden la esperanza de que en este periodo se produzcan lluvias que puedan mejorar las condiciones de los viñedos.

La calidad general de la uva en un año de sequía se califica globalmente como buena y muy buena en aquellas zonas más frescas. A favor de esa calidad juega la inexistencia de enfermedades en las cepas provocadas por la humedad, lo cual supone también menos tratamientos fitosanitarios. Sin embargo, la producción será menor.

Si el año pasado fue de 35,6 millones de hectolitros, este año serán solo de unos 32 millones, es decir, alrededor de un 10% menos. Los recortes, no obstante, son superiores (de entre el 15% y el 20%) en Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana; mientras que Ribera de Duero o La Rioja se hallan en la media y las cosechas en Galicia o Navarra han sido estables.

A pesar de este recorte, los precios solo han registrado incrementos mínimos, con tarifas medias de 0,20 euros el kilo para la variedad blanca Airén, la más extendida en Castilla-La Mancha, y de 0,22, más el pago del transporte para la tinta. Los precios se sitúan alrededor de un euro en Ribera de Duero; entre 0,70 y 0,80 euros, en La Rioja; 40 céntimos en Valdepeñas, y 20 céntimos en Extremadura. Desde el sector, las organizaciones agrarias recuerdan a los viticultores la obligación de las bodegas de suscribir contratos como los homologados por la Organización Interprofesional del Vino que, entre otros puntos, deben contemplar un precio que cubra los costes de producción y con pago a un máximo de 30 días. Los precios, denuncia el sector, se hallan muy lejos ahora de cubrir los costes de producción. Por eso, se reclama la actuación de la Agencia del Ministerio de Agricultura para revisar los contratos.

España se mantiene como un país líder en la exportación de vino a todo el mundo con un volumen que en los últimos años ha oscilado entre los 21 y los 23 millones de hectolitros anuales. Sin embargo, los graneles a precios por debajo de los 0,50 euros el litro han supuesto más del 50% de la ventas en volumen. Esta situación se ha ido modificando en los últimos años en el objetivo de vender menos vino a mayor precio. Por ello, en el primer semestre de 2022, las ventas al exterior cayeron un 11%, hasta 10,2 millones de hectolitros, mientras el valor de las mismas crecía un 4%, hasta los 1.435 millones de euros.
(elpais.com)