Salud y alcohol: Si hay beneficios para mayores de 40 años

Un nuevo y ambicioso estudio ha provocado una avalancha de titulares sensacionalistas y no es para menos. Si en 2018 la prestigiosa revista médica The Lancet publicó que no existían pruebas suficientes de que el consumo moderado de alcohol aportase beneficios para la salud, ahora parece retractarse y da luz verde a un riguroso estudio donde admite que si existen beneficios del consumo moderado de bebidas con graduación.

El nuevo estudio sugieren que las personas menores de 40 años deben evitar el alcohol por completo, mientras que las personas mayores de 40 años pueden beneficiarse de un consumo moderado de alcohol. Esta investigación, que examinó los historiales de salud a lo largo de 30 años de varias naciones, presenta un panorama doble: por un lado, los investigadores encontraron que las personas menores de 40 años que beben son más propensas a participar en conductas de riesgo, lo que aumenta el riesgo de accidentes, lesiones y muerte. Pero para las personas mayores de 40 años, cuyos principales riesgos para la salud son las enfermedades cardiacas, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes, beber con moderación proporcionó beneficios.

El estudio fue realizado por docenas de investigadores a través del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud. Su trabajo fue financiado por la fundación sin ánimo de lucro de Bill y Melinda Gates, y publicado en julio en la revista médica The Lancet.

Los investigadores analizaron datos del Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo (GBD) de 2020. El amplio alcance del GBD permitió a los investigadores analizar las causas de muerte relacionadas con el alcohol para personas de 15 a 95 años en 21 regiones geográficas desde 1990 hasta 2020.

Como indicábamos, un estudio anterior de Lancet que analizó el GBD de 2018 concluyó que ninguna cantidad de consumo de alcohol es segura. Este estudio había provocó un fuerte rechazo en la comunidad científica, ya que multitud de investigadores habían publicado rigurosos estudios que habían establecido vínculos entre el consumo moderado de alcohol, particularmente vino, y una mejor salud.

Ahora, el nuevo estudio GBD difiere del anterior al centrarse en las «tasas de fondo de la enfermedad». Los efectos del alcohol en la salud de una población determinada dependen de cuán saludable o no saludable ya sea esa población, y eso depende, a su vez, de la edad de la población (las personas mayores son más propensas a las enfermedades cardiovasculares, por ejemplo) y la ubicación (las personas en ciertas regiones son más propensos a enfermedades como la tuberculosis).

Ese enfoque detalla los hallazgos principales del estudio: las personas más jóvenes son más propensas a la muerte por lesiones relacionadas con el alcohol, aunque no por el alcohol en sí mismo, que incluyen accidentes automovilísticos, violencia interpersonal, lesiones accidentales y autolesiones. Debido al elevado riesgo de lesión de los jóvenes mientras consumen alcohol, su «equivalencia de no bebedor», la cantidad de consumo de alcohol en la que el riesgo de un bebedor es igual al de un no bebedor, es cercano a cero, encontraron los autores.

Las personas mayores, por otro lado, tienen muchas menos probabilidades de sufrir lesiones relacionadas con el alcohol, pero son más propensas a enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y diabetes tipo 2. Dado que la evidencia sugiere que el consumo moderado de alcohol brinda cierta protección contra esas enfermedades, las personas mayores de 40 años que beben cantidades moderadas de alcohol tienen una mejor salud general que los no bebedores.

En los EE.UU., las pautas actuales recomiendan que las mujeres limiten el consumo de alcohol a un máximo de una bebida al día y que los hombres lo limiten a dos bebidas o menos al día. Las pautas definen una bebida estándar como 14 gramos de alcohol, lo que equivale a una copa de vino. Sin embargo, el estudio encontró que las personas menores de 40 años pueden beber un poco más de una copa de vino diaria por semana antes de que su riesgo aumente en comparación con los no bebedores. No hubo diferencia estadísticamente significativa en el riesgo entre hombres y mujeres; por lo tanto, los investigadores sugieren que los funcionarios de salud pública deben enfatizar la edad, en lugar del sexo, al emitir pautas.

El nuevo estudio no contradice investigaciones anteriores que relacionan el consumo moderado de alcohol con ciertos beneficios para la salud. Más bien, enfatiza que los riesgos y beneficios del alcohol son diferentes según la edad y la ubicación de la persona.

Para muchos amantes del vino, especialmente los menores de 40 años, los resultados pueden sonar como motivo de alarma. Pero los investigadores afirman claramente que el estudio no debe aplicarse directamente a las elecciones individuales en torno al consumo de alcohol. Los investigadores señalan que los datos de GBD son extensos, pero no muestran muchos otros factores.
(vinetur.com)