Viña Buena Esperanza: Vinos con carácter del Valle del Huasco

Con una degustación de sus cinco vinos debutó públicamente la Viña Buena Esperanza, del Valle del Huasco, un proyecto familiar que busca destacar las características únicas de su terruño: valle montañoso en el extremo sur del Desierto de Atacama y a solo 35 km del Océano Pacífico.

La degustación de los vinos estuvo a cargo del sommelier hispano-chileno Pascual Ibañez en uno de los salones del Estadio Español de Santiago, junto al propietario de la viña, Daniel LLorente Viñales y su esposa Mai-Nie Chang, hijo de un emprendedor español ya fallecido que llegó al Valle del Huasco en los años 50.

Fue en 2017 que LLorente y su esposa decidieron iniciar el sueño atesorado hace años de tener sus propios viñedos y bodega, y producir ahí en el Valle del Huasco vinos de gran calidad.

“Queremos ser inspiración para otros empresarios agrícolas para que seamos varios productores en la zona y, todos juntos, formemos parte de una atractiva ruta en este valle encantador, donde el terroir, el clima y su geografía entregan al vino notas especiales y únicas que despiertan los secretos guardados de esta desértica y, a la vez, abundante zona de Chile,” señaló Llorente.

Las primeras añadas se vinificaron en las bodegas de Tololo, ex Viña Tamaya, lugar base del enólogo de este proyecto, José Pablo Martin.
En el 2020, disponiendo ya de la infraestructura necesaria, el procesamiento de los primeros tintos se realizó en la bodega de Buena Esperanza, que finalmente dio el nombre a la viña.

Actualmente, Buena Esperanza cuenta con una producción de aproximadamente 28.000 litros de vino por año, siendo el máximo proyectado de 60.000 litros.

En el primer semestre de 2022, Viña Buena Esperanza registra con su marca y está comercializando cinco etiquetas de su producción: Pinot Noir 2020, Chardonnay 2020, Chardonnay 2020 Gran Reserva, Mezcla tinta 2020 y Rosé 2021.

Y fueron estos vinos los degustados en el debut de Viña Buena Esperanza ante un grupo de periodistas especializados en el Estadio Español.

En general, los cinco vinos de Viña Buena Esperanza tienen carácter, identidad, denotando las características únicas de clima y suelo desértios con influencia costera, son de óptima calidad y muy ricos de beber.

En lo personal el vino que más me llamó la atención fue el Chardonnay 2020, un varietal que expresa de manera intensa las características de una valle a los pies del Desierto y con influencia del mar, pues es a través de la cuenca del río Huasco por donde ingresa a diario la humedad del Pacífico, resultado en esa exclusiva mezcla de clima desértico montañoso con influencia costera, algo que este Chardonnay de Buena Esperanza manifiesta en una exquisito y abundante abanico de aromas y una precisa y elegante acidez que hace de este vino un delicado y expresivo Chardonnay.

El Pinot Noir 2020 fue el segundo en mis preferencias entre los cinco vinos degustados. Este Pinot Noir manifiesta de manera muy natural y pura las característricaz de esa cepa, con ricos y abundantes aromas en nariz y sabores en boca, con una rica frescura a pesar de sus 13,5 grados lo que denota una gradual y completa maduración de la uva. Un Pinot Noir para destacar, elegante, sabroso y con elementos característicos únicos que manifiestan también las condiciones especiales de suelo , clima, luminosidad y radiación.

Rosé 2021 de Pinot Noir es el tercero en esta lista de preferencias. Un Rosé marcante, con personalidad y muy abundante y rico en aromas y sabores. Delicioso para beber más bien frío.

El Chardonnay Gran Reserva 2020 gana, por la crianza en barrica, más complejidad y cuerpo pero pierde expresividad en aromas y sabores comprado con el varietal. pero sin duda es un Chardonnay con crianza de muy alta calidad.

La degustación debut de Viña Buena Esperanza se cerró con la mezcla tinta 2020, vino compuesto de Carmenere 39%, Syrah 29%, Cabernet Sauvignon 28% y Petit Verdot 4%. En lo personal me pareció un blend un tanto vegetal pero muy interesante, lo más probable que de aquí a un par de años ese aspecto más vegetal (lo que a algunas personas les agrada) se vaya desvaneciendo y las distintas cepas se vayan integrando más y alcance un buen equilibrio.

La venta y distribución de los vinos de Buena Esperanza se realiza en la tienda de la bodega de la viña, en www.buenaesperanza.cl, un punto de venta en la ciudad de Vallenar y dos tiendas en la ciudad de Santiago: Vinos Naturales del periodista Ernesto Jaeger y la Cava del Barrio.

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)