La relación entre el consumo de vino y el colesterol

La relación entre vino y colesterol es objeto de estudio por parte de distintas disciplinas desde hace décadas. ¿El vino baja el colesterol? Esta es una pregunta habitual entre la población general a la que vamos a intentar dar respuesta. Lo que está claro es que el consumo de vino, al ser una bebida alcohólica, debe ser moderado.

Vino y colesterol

El vino cuenta con ciertas sustancias en su composición que pueden ser beneficiosas para la salud. Disfrutar de una copa de vino tinto es una costumbre muy arraigada en países mediterráneos y en su dieta. Si bien es cierto que el vino tinto puede tener efectos cardioprotectores, no se puede recomendar su ingesta como parte de una estrategia de salud para la población general. Es decir, no está recomendado para todo el mundo y si una persona no es consumidora de vino, no debe empezar a beberlo solo por razones de salud.

Composición nutricional del vino

Si utilizamos como medida una copa de vino de 150 mililitros, podemos observar que la mayoría de las calorías provienen del alcohol, considerado un macronutriente. Una copa de vino contiene como promedio 7 kilocalorías por gramo. Las calorías del alcohol se consideran calorías vacías, es decir, que no aportan ningún nutriente.

La ingesta de alcohol moderada provoca la elevación del colesterol HDL o “colesterol bueno”, además de reducir la probabilidad de aparición de trombos. Por eso se establece una relación entre el consumo moderado de vino tinto y la bajada del riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares o enfermedades del corazón.

El alcohol y colesterol malo (LDL) también se relacionan, puesto que, si la ingesta de bebidas alcohólicas es excesiva, puede aumentar los niveles de colesterol perjudicial. ¿El vino tinto es malo para el colesterol? Solo si el consumo es excesivo o si está contraindicado por el tipo de patología sufrida.

Pero el vino también contiene otros micronutrientes que son los que nos interesan para saber si el vino tinto es bueno para el colesterol. Es fuente de minerales como el potasio y contiene otros como calcio, fósforo y magnesio. Curiosamente, el vino no contiene colesterol.

Polifenoles

Aunque el componente realmente interesante para establecer una relación entre vino y colesterol son los polifenoles antioxidantes. Los polifenoles son compuestos de origen vegetal no energéticos que constituyen uno de los grupos de pigmentos más importantes presentes en alimentos vegetales. Los alimentos con mayor concentración de polifenoles son el vino tinto, el café y el cacao.

Sus efectos beneficiosos parten principalmente de su capacidad antioxidante. Poseen efectos antiinflamatorios y vasodilatadores. Una dieta rica en compuestos fenólicos puede mejorar la salud y presenta un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares.

Los polifenoles que aparecen en mayor concentración en el vino son los taninos y los antocianos.

¿Qué es el famoso resveratrol?

El resveratrol parece ser la clave de los beneficios del consumo moderado de vino tinto. Este polifenol está siendo ampliamente estudiado para conocer el alcance de sus efectos cardiosaludables. Además, previene la formación de coágulos, ayuda a prevenir daños en los vasos sanguíneos y puede reducir el nivel del llamado “colesterol malo”.

¿Qué es un consumo moderado?

El consumo moderado establece una copa al día para mujeres y hombres de más de 65 años y hasta dos copas para hombres de menor edad. Tomamos como medida estándar 150 mililitros por copa. Beber vino tinto no es una solución mágica y debe hacerse dentro de unos hábitos de vida saludable. Esto incluye una alimentación sana, basada en mayor consumo de vegetales y actividad física adecuada.

El alcohol está contraindicado para menores, embarazadas y personas con ciertas enfermedades crónicas. También debe evitarse si se toman ciertos medicamentos o si hay una insuficiencia cardiaca presente.
(vinetur.com)