¿Qué está pasando en el mercado del vino chino?

El volumen de vino consumido en el mercado chino en 2020 fue dramáticamente más bajo que en años anteriores, ya que China estableció unas medidas de confinamiento duro para combatir la propagación de la enfermedad Covid-19, con interacciones sociales reducidas y eventos tradicionales donde se compraba mucho vino, como el Año Nuevo chino, cancelados. De este modo, los volúmenes de vino cayeron casi un 20% en China entre 2019-2020, y el volumen de vino importado experimentó una disminución de más del 30%, según los datos de IWSR.

Sin embargo, el comportamiento de los consumidores de vino en China, una población que totaliza más de 50 millones de personas, mostró relativamente pocos cambios en 2021 en comparación con años anteriores, según los datos de uso y actitud de los consumidores recopilados por Wine Intelligence.

Entonces, ¿cómo puede el vino en China mostrar una caída dramática en el volumen de vino consumido, mientras que al mismo tiempo, no hay un cambio en la frecuencia con la que los consumidores beben vino?

Wine Intelligence, intenta dar respuesta a esta paradoja en el último informe publicado en su sitio web. Así, esta repentina y dramática divergencia en las métricas -anteriormente alineadas- basadas en métodos rigurosos y consistentes, sugiere que estamos observando otro momento decisivo en el comportamiento del consumidor en el mercado del vino chino, similar a la caída del vino premium después de 2013, y el ascenso del bebedor de vino ‘habitual’ liderado por los Millennials a partir de 2015.

En realidad, el mercado del vino de China siempre ha sido en efecto dos mercados, con una pequeña superposición. Uno es el consumidor habitual de vino, cuyo patrón de compra refleja una variedad de ocasiones de consumo de vino en el hogar y fuera del hogar. «Este arquetipo es típicamente urbano, educado, adinerado e internacional en su perspectiva, y su comportamiento tiene claras similitudes con los consumidores en los mercados de vino desarrollados: beber vino es al menos una ocurrencia mensual, si no semanal», comenta Richard Halstead, CEO de Wine Intelligence.

De los más de 50 millones de consumidores de vino importado semestralmente, Wine Intelligence estima que más del 55% de esta cohorte bebe vino importado al menos una vez al mes. Esta población bebedora mensual representa aproximadamente el 6,5% de la población urbana de entre 18 y 54 años, y solo el 2,5% de todos los adultos chinos. Para poner esto en contexto, los consumidores de vino mensuales de China son aproximadamente equivalentes en tamaño a la población de consumidores de vino mensual del Reino Unido, o un tercio de la misma población en los EE.UU.

Otro es el consumidor ocasional de vino. El segundo «mercado» para el vino en China es mucho más grande, y cuyo comportamiento y actitudes son mucho menos fáciles de medir y mucho más susceptibles a los vientos de la moda, la política y las circunstancias. Esta es la proporción de adultos chinos que compran vino como regalo o para una ocasión social en particular, generalmente una o dos veces al año. Estas ocasiones tienden a coincidir con los principales eventos del calendario chino: el Año Nuevo Chino, el Festival del Medio Otoño y el cada vez más popular Día de los Solteros el 11 de noviembre, cuando se celebra a las personas solteras y se les compran regalos, principalmente online. La categoría de vinos experimenta un gran aumento en las compras en estos momentos de personas que normalmente no participan en la categoría de vinos durante al menos un año más, o posiblemente nunca regresan a la categoría.

El mayor cambio de volumen en 2020 parece provenir de esta amplia cohorte de compradores ocasionales de vino. Esto tiene sentido cuando se considera la interrupción masiva de la socialización basada en eventos en China causada por la pandemia, y el efecto «látigo» igualmente grande de una población muy grande haciendo algo ligeramente diferente durante un período de tiempo.

¿Qué significa todo esto para los productores de vino?

Según WI, a menos que se produzca un cambio importante en la política gubernamental hacia el alcohol, el mercado del vino se mantendrá en niveles de volumen similares y más bajos en comparación con el pico del mercado a mediados de la década de 2010. Con consumidores más informados y habituales que impulsan los volúmenes, habrá incluso menos espacio para los productos de baja calidad y los vinos falsificados los cuales ya están en declive gracias al cambio en la compra de vino al comercio electrónico, donde las críticas negativas pueden matar la reputación.

En el lado positivo, habrá más espacio para estilos, orígenes y regiones menos establecidos en el gigante asiático, a medida que los consumidores habituales comiencen a expandir sus gustos y, en particular, hacia los vinos nacionales de mayor calidad que comienzan a aparecer en los estantes y en las listas de vinos de los restaurantes.
(vinetur.com)