Cumplimos 20 años informando sobre el mundo del vino

En Febrero del año 2001 se concretó la idea de tener un medio on line sobre el mundo del vino, ya llevamos 20 años de funcionamiento ininterrumpido, con logros y desafíos, con penas y glorias, pero sin dudar un día en seguir adelante con esta iniciativa que ha sido útil a miles de personas en estas dos décadas que hemos estado en línea.

Era 2001, o sea hablar de medios on line era algo más bien raro, y fue toda una “evangelización” comenzar a trabajar con viñas y fabricantes de insumos para las viñas acerca de este medio digital y cómo podría ser útil a la difusión de sus productos y servicios; de cómo llegar a entendidos en vinos y también a principiantes desde un enfoque informativo.

Los primeros diez años de todovinos.cl fueron muy buenos, con arduo trabajo para hacer entender esto de un medio digital, pero hubo diversas respuestas positivas que se fueron traduciendo en apoyo y así pudimos tener una primera década de vida que califico de excepcional.

Bueno, después vendría la crisis subprime, el terremoto de 2010 y la consecuente caída de la economía, actividades sociales, etc., que resultó en un aprieto en los presupuestos y también algunos cambios conceptuales de gestión que minimizó ese apoyo a medios en línea. De hecho, después del cataclismo bursátil y telúrico se iniciaría una década en que irían desapareciendo uno a uno los medios en papel y en línea dedicados a la gastronomía y el vino. Hoy no llegamos a cinco medios de este tipo.

Pero bien, han sido 20 años acompañando el desarrollo y evolución de la industria del vino en su conjunto, de la evolución de la producción de vinos.

Y haciendo retrospectiva acerca de estas dos décadas, lo que ha sido más transformador en el presente y a futuro, lo que ha realmente marcado estos 20 años, y más bien hace pocos años atrás, es el hecho que se ha reconocido, asumido y valorado la diversidad de nuestra geografía, de nuestros territorios, y así hemos ido conociendo vinos de las más diferentes latitudes de esta delgada franja de tierra… y su loca geografía: esa frase famosa atribuida a Ercilla es realmente la mayor riqueza de Chile, sea en el ámbito que sea, pero en el ámbito del vino es un gran privilegio contar con tantos climas, paisajes, valles y subvalles, cordillera, costa, desierto, hielo, etc… es una diversidad única en el mundo, y ella se ha manifestado finalmente en el mundo del vino chileno, aflorando las más diferentes cosechas de variadísimos terruños que poco a poco hemos ido conociendo, pues en muchos de ellos se cultivan vides desde hace muchas décadas, pero no lo sabíamos o no habíamos probado los vinos ahí producidos; o en otros casos han sido algunos pioneros que han llevado vides a nuevos lugares del país y aprovechando las características únicas de cada lugar, nos han entregado vinos singulares y excepcionales.

Ahora estamos en ese otro momento que es asimilar y conocer toda esa diversidad, y esto que ocurre en el mundo del vino también se da de manera simultánea en nuestra sociedad, como país: después de décadas de sombras y encandilantes y alienantes luces, estamos asumiendo nuestra diversidad y por ende complejidad, pues eso conlleva a la apertura de mente, mayor tolerancia y respeto.

Las grandes compañías del sector vitivinícola nacional –aquellas que cotizan en bolsa y las decisiones de sus políticas se definen en reuniones de directorios con representantes de los mayores accionistas–, han crecido en un ambiente en que ellas tenían el total dominio del sector. Actualmente siguen siendo actores dominantes, pero la situación es diferente, porque la diversidad y capilaridad de productores independientes que se han dado a conocer ha cambiado el escenario de la vitivinicultura chilena, y para mejor, pues a través de los vinos se están manifestando los más diferentes territorios y sus gentes, muchas veces sorprendiéndonos, con vinos desde las alturas del desierto de Atacama, pasando por vinos producidos en las faldas de volcanes, otros producidos con uvas que crecen viendo el mar y otros a orillas de lagos del sur, e incluso aquellas vides que ahora crecen en los valles entre las montañas de la Patagonia chilena.

Además de todas esas novedades, también es de destacar lo que ha sucedido en los últimos cinco años: el reconocimiento y valoración de los antiguos viñedos de pequeños productores de los campos del centro-sur del país. Este reconocimiento y valoración, hay que decirlo, muchas veces se ha traducido en el aprovechamiento “marketero” ejercido por algunos, o el hostigamiento y asfixia económica ejercida por las grandes viñas y su poder comprador avasallador, pero a pesar de la desaparición de ancestrales viñedos y productores, la exposición de sus experiencias ha servido para al menos colocar en evidencia la depredación de los grandes con los pequeños productores campesinos.    

Esa idea inicial hace 20 años, cuando regresaba a Chile tras dos décadas en el extranjero, fue poder entregar un servicio on line de informaciones del mundo del vino, aplicando herramientas y prácticas utilizadas en las agencias internacionales de noticias, donde había trabajado los diez años anteriores. Informar por sobre todo, ese era el principio, no tanto la autoría o la firma, si no facilitar la entrega de información, por eso además de los Reportajes que elaboramos se publican en todovinos.cl informaciones de otros medios de Chile y el exterior que pueden interesar a los amantes del vino, a los agentes de la industria, a los enólogos, a los productores, a los principiantes que comienzan a conocer el vino, etc. En fin, informar, ese es el principio. Y esa motivación “informativa” por decirlo así, se basaba en algo más emotivo al regresar a vivir a Chile.  Desde pequeño estuve vinculado al mundo del vino, pues mi padre trabajó toda su vida en Valdivieso, junto a los Mitjans y especialmente junto a Don Félix Gil, lo cual me llevó a conocer a muy temprana edad las bodegas con pupitres de Valdivieso, viñedos en Pirque, Puente Alto o Curicó y Lontué, y lógicamente comenzar a degustar algunos vinos también precozmente, pues en la casa de mis padres siempre habían vinos y en los almuerzos dominicales mi padre me daba de probar un pequeño vasito con vino. De ahí viene mi vinculación con este mundo del vino tan antiguo e interesante.

Dos décadas adentrándome y conociendo la vitivinicultura chilena, un gran campo lleno de sorpresas, historias y experiencias excepcionales de productores que con pasión se dedican a entregar vinos que son resultado de sus terruños y su trabajo. Ha sido y sigue siendo una experiencia muy gratificante y enriquecedora.

Esperamos que la vitivinicultura chilena siga su senda de crecimiento y diversidad, que se corrijan y acaben las distorsiones, que se trabaje de manera más colaborativa y todos apoyándonos mutuamente en pro del vino chileno. Salud!!

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)