Uvas: las propiedades y beneficios de la fruta milenaria del vino

Las uvas llevan mejorando nuestra alimentación miles de años y siguen siendo esenciales en cualquier dieta saludable por sus múltiples propiedades.

Las hay negras, moradas, amarillas, púrpuras, rosadas, blancas o anaranjadas: la uva es la fruta multicolor por excelencia. Veneradas desde hace siglos, es uno de los símbolos del Mediterráneo y ahora también sabemos que forma parte de la lista de superalimentos que tendrían que estar siempre en nuestra lista de la compra en alguna de sus múltiples formas de consumo.

Originaria del Cáucaso y Asia Occidental, se sabe que la vid ya se cultivaba en el 4.000 antes de Cristo, pero se considera que fue durante el Imperio romano cuando se expandió su cultivo por gran parte de Europa.

Griegos y romanos le dedicaron incluso una divinidad a su jugo: Dionisos y Baco, dioses del vino. La colonización del continente americano llevó consigo el cultivo por la necesidad de tener vino para consagrar en las ceremonias cristianas.

No obstante, más allá de ser el ingrediente principal del vino, las uvas son tremendamente saludables y beneficiosas para nuestro organismo. Como toda baya que se precie contiene gran cantidad de fitonutrientes, pero también antioxidantes.

De hecho, la piel es rica en resveratrol, que sirve para bloquear los radicales libres que están relacionados con el envejecimiento celular. También tiene propiedades antiinflamatorias y desintoxicantes, ayudándonos a cuidar nuestro hígado y mejorando también el funcionamiento del riñón al contribuir a la eliminación del ácido úrico.

La capacidad de las uvas para favorecer el funcionamiento del riñón hace de ellas unas aliadas a tener en cuenta para las personas que padezcan de gota o hipertensión. Es un complemento diurético perfecto, colaborando en la eliminación del exceso de líquidos y la expulsión de toxinas. Sus antocianinas son beneficiosas también para velar por la salud ocular previniendo enfermedades como las cataratas. Asimismo, su poder antioxidante retrasa la aparición de arrugas y, por eso, es una de las frutas más empleadas en tratamientos de belleza y cosmética enfocada a mantener la piel más joven.

El valor nutricional por 100 gramos de uva es el siguiente: Calorías 69 kcal; Grasas totales 0.16 g; Colesterol 0 g; Hidratos de carbono 15,69 g; Proteínas 0,73 g; Vitamina C 10,80 mg; Calcio 10 mg; Fósforo 20 mg; Potasio 191 mg.

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la producción mundial de uva ocupa unos 75.866 kilómetros cuadrados, siendo el 71 % de la producción destinada a la elaboración de vino, el 27 % a su consumo fresco y el 2 % al consumo como fruto seco.

Existen unas 5.000 variedades de uva en todo el mundo tal. Se dividen, primeramente, en dos grandes grupos: uvas de mesa y uvas de vino. Las primeras conforman racimos más grandes y son más dulces mientras las que se usan en la elaboración de los vinos tienen racimos más pequeños y una mayor acidez que ayuda a la fermentación. No obstante, hay tipos polivalentes como la moscatel, que sirve para comer, producir y secarse convirtiéndose en uva pasa.
(elespanol.com)