Viñas Biodinámicas de Chile se presentan y marcan pauta

En medio de la crisis climática, crónica sequía y pronósticos poco alentadores para el medio ambiente, la nueva agrupación Viñas Biodinámicas de Chile, se presentó de manera pública como asociación y realizó su primera cata de vinos, donde sus miembros marcaron una firme posición contra la agricultura “química” o habitual, y resaltando su agricultura y prácticas sustentables y saludables en la elaboración de vinos que está en sintonía con la conservación del medio ambiente.

La cata y presentación de las diez viñas biodinámicas se realizó en el Polvo Bar de Vinos, en Santiago, y contó con excelente presencia de especialistas y prensa, así como de los enólogos y/o propietarios que presentaron sus vinos y se refirieron a la opción de ser biodinámicos y lo que eso significa en el actual escenario adverso a nivel climático, destacando las ventajas de practicar una agricultura natural que privilegia el territorio o terruño en su conjunto, entendiendo éste como una sola unidad donde todo converge y se retroalimenta, complementa y relaciona de manera directa, tanto a nivel de prácticas, suelos, gentes, vegetación nativa, fauna, que otorgan fidedigna identidad del territorio a los vinos.

Cada viña presentó sus vinos y se refirió a su terruño y características, testimonios entre los que destacamos al de Álvaro Espinoza, enólogo y propietario de Viña Antiyal y uno de los pioneros en viñedos  orgánicos en 1998 y biodinámicos en 2003, con 20 hectáreas en Huelquén (Maipo) que son trabajadas como una sola unidad agrícola, con prácticas que van incluso aportando materia orgánica  a los suelos.

Cristóbal Undurraga, de Viña Koyle, en los Lingues (Colchagua), fue enfático en resaltar el cambio que significó para él y familia optar por el biodinamismo, lo que va más allá de los cultivos, ya que significa un cambio en el enfoque de la vida, las relaciones de los elementos, las personas y su entorno. Invitamos a que otras viñas dejen la agricultura “química” donde lo que se promulga es una teoría y prácticas del veneno, de matar todo, sean insectos, malezas, hongos, en vez de practicar y aplicar métodos complementarios y de unidad e identidad de manera natural, dijo Undurraga.

La enóloga Sofía Araya, de Viñedos Veramonte, destacó el trabajo iniciado hace años por el enólogo Rodrigo Soto en la transformación de la 450 hectáreas de la viña primero en cultivos orgánicos y luego biodinámicos, cambio que solo después de su proceso les otorgó la visión correcta de una agricultura sustentable y sostenible en el tiempo.

El agrónomo y viticultor Arturo Labbé, coordinador de la agrupación de Viñas Biodinámicas de Chile, se refirió a la importancia de producir y entregar a los consumidores vinos saludables, libres de productos químicos, lo cual repercute directamente en la calidad y protección en el tiempo de campos y cultivos sustentables. Labbé también explicó la transformación de campos y viñedos de Viña Odfjell a lo orgánico y biodinámico, trabajo que realizó durante varios años para ahora dedicarse a un proyecto personal de producción de vinos.

Las viñas y vinos presentados en esta primera cata de la agrupación de Viñas Biodinámicas de Chile fueron:  

-Hacienda San Juan, Pinot Noir 2018, enólogo José Miguel Sotomayor. Un vino riquísimo, de una ligereza en boca que invita a beber varias copas, con rica y fruta pura, buen cuerpo y rico frescor.

-Fanoa, ensamblaje Seis Tintos 2016, enólogo Raúl Narvaez.

-Hacienda Valdeperillo, blend 2017, presentado por Rodrigo Torres, un activo defensor y propulsor de la antroposofía en su conjunto, tanto en la agricultura como en la educación, alimentación y medicina.

-Antiyal, Antiyal 2016, enólogo Álvaro Espinoza. Un vino de gran elegancia y características únicas que lo hacen muy especial y agradaable de beber.

-Matetic 2014, enólogo Julio Bastías, un vino de gran cuerpo, complejo, con gran potencial de guarda, presencia de madera.

-Emiliana, Gé 2015, enóloga Noelia Ortiz. Un vino que expresa de muy buena manera el gran nivel a que pueden llegar los vinos biodinámicos, con elegancia, complejidad y presencia de fruta en un conjunto donde prevalece un carácter natural.

-Veramonte, Neyén 2015, enóloga Sofía Araya. Un vino tinto de estilo más clásico, de gran cuerpo y estructura, con presencia de madera.

-Lurton, Alka 2015, enólogo Diego Vergara. Como el anterior, un vino de estilo clásico, con presencia de madera y potente cuerpo.

-Koyle, Auma 2015, enólogo Cristóbal Undurraga. También de estilo clásico, este vino guarda eso sí una suavidad y elegancia que lo destaca. A pesar de la presencia de madera que le da complejidad a su estructura, prevalece la fruta.

-Odfjell, Odfjell 2015, enólogo Arnau Hereu. Un vino de gran cuerpo y potente fruta (cabernet sauvignon) del campo Tres Esquinas. Un gran exponente del secano de Cauquenes, con el plus de ser biodinámico, lo cual se percibe en el paladar por la suavidad natural de la fruta.

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)