Las recomendaciones de expertos para viñas dañadas por incendios

Una serie de prácticas recomendaciones para la poda de los viñedos, la recuperación de los suelos y la corrección de vinos con “efecto humo”, fueron los temas abordados por tres enólogos de larga trayectoria que expusieron en el seminario ”Potenciando la vitivinicultura en la zona de Cauquenes, en un escenario post incendios”.

Más de 60 viñateros, enólogos y especialistas asistieron al seminario organizado por el Departamento de Fruticultura y Enología de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), realizado el viernes 21 de este mes en la Gobernación Provincial de Cauquenes.

La primera ponencia fue “Recuperación de plantas incendiadas y conceptos de poda para buscar su longevidad”, a cargo del enólogo Philippo Pszczólkowski, quién realizó una muy didáctica charla con valiosas recomendaciones para el tratamiento de viñedos dañados y para el proceso de poda de los mismos, en un escenario post incendios que afectó muy fuertemente las viñas de la zona de Cauquenes.

Antes de iniciar su ponencia, Pszczólkowski pronunció una frase introductoria y muy decidora para los asistentes que cultivan parras más que centenarias de uva País, al señalar que «la uva País también es una cepa fina, aunque distinta»-.

Ya en materia, Pszczólkowski comenzó afirmando que prácticas antiguas y correctas de poda de viñedos del siglo XIX fueron desapareciendo en el siglo XX, cuando se fueron haciendo habituales maneras de podar que en su mayoría no son las correctas y afectan la longevidad de las parras.

En una zona donde hay afectados muchos viñedos por incendios, Pszczólkowski destacó que cuando la raíz de la parra ha sido afectada, no hay mucho que hacer, pues la planta está literalmente muerta. Pero en la mayoría de los viñedos afectados por los incendios del pasado verano, las raíces de las plantas no fueron dañadas, por lo tanto, la parra brotará nuevamente y es entonces que en esta época de poda es fundamental considerar y proteger el tronco, que es una reserva de vida de la parra.

Generalmente, dijo Pszczólkowski, cuando el tronco está quemado, lo que se hace es cortarlo, pero si se hace esto, la parra morirá. Lo correcto en estos casos es dejar el tronco quemado tal como está, y proteger los nuevos brotes para que alcancen vigor en algunos años más. Asimismo, al podas las parras, hay que dejar un pilón en el tronco para permitir que siga fluyendo la savia, y así evitar su muerte, pues si se cortan los sarmientos del tronco se irá formando en su interior un cono de desecación que irá avanzando y finalmente matará el tronco y la planta.

Con imágenes y ejemplos muy esclarecedores, Pszczólkowski finalizó advirtiendo que muchísimos viñedos en todo el país están afectados por la llamada “Enfermedad de la madera” que va matando poco a poco las parras. Este mal, señaló, se dice que es provocado por hongos que atacan a las parras tras la poda, pero lo que realmente provoca la enfermedad de la madera es una mala poda, que interrumpe el flujo de savia y provoca el desecamiento del tronco, la reserva de vida de la planta, y después es cuando atacan los hongos, pero no al revés.

Hay que cambiar el paradigma que hoy está vigente y que es promocionado por las empresas que venden productos para aplicar a las plantas después de la poda, supuestamente para evitar el ataque de hongos que provocarían la enfermedad de la madera. Pero esto es falso, no es así, lo que provoca la enfermedad de la madera es una mala poda que con cortes incorrectos de sarmientos provoca la desecación del tronco y posteriormente la muerte de la parra.

La siguiente ponencia “Análisis de suelo y recomendaciones de fertilización y enmienda”, estuvo a cargo de la profesora Claudia Bonomelli, quién dijo que tras realizar análisis de suelo en la zona de Cauquenes, se ha verificado que estos no han sido dañados por los incendios en la estructura de su composición de elementos químicos, pero los siniestros sí han provocado una drástica disminución de la cobertura vegetal en los campos. Esto provoca erosión, y por ende, con las lluvias y escurrimiento de agua en terrenos con poca o ninguna cobertura vegetal, el deterioro y composición química del suelo, resultando en problemas de fertilidad y así sanidad de las plantas y los frutos.

Bonomelli recomendó a os viñateros que introduzcan en sus viñedos una cobertura vegetal moderada entre las parras para evitar la erosión. Tiene que ser una cobertura moderada que no compita en supervivencia con las parras y al mismo tiempo que no crezca a un punto que en el verano, al estar seca, se convierta en combustible ante eventuales incendios.

Una cobertura vegetal moderada permite la penetración e infiltración de la aguas hacia las raíces, enriquezca el suelo física y biológicamente, y evitando que el agua escurra y erosione el suelo.

La especialista también recomendó a los viñateros que pongan atención en mantener la fertilidad y biodiversidad del suelo. Para esto señaló, es fundamental que a cada dos o tres años realicen análisis técnicos de sus suelos, también análisis foliar anualmente, para dimensionar la composición química que presentan, y así, ante déficits de algún o algunos elementos, poder corregirlos y así mantener la fertilidad de sus campos y cultivos.

El seminario organizado por el Departamento de Fruticultura y Enología de la Facultad de Agronomía de la PUC, finalizó con la ponencia “Efecto del huno en vinos y posibles soluciones”, dictada por el enólogo Edmundo Bordeu, quién señaló que en Chile todavía se sabe muy sobre este tema, ya que, en estricto rigor los incendios del verano de 2017 ha sido el que más afectó al sector vitivinícola en la historia, y en razón de eso no se habían realizado estudios e investigaciones con anterioridad.

Basado en algunos estudios realizados por instituciones e investigadores de Australia, donde los incendios han afectado en repetidas ocasiones al sector vitivinícola, Edmundo Bordeu señaló que el efecto del humo de los incendios en los vinos es irrefutable. El humo afecta a las uvas de manera radical si se está desde el séptimo día de la pinta, pero destacó la fruta también es afectada desde antes, aunque en menor grado.

En la uva, dijo Bordeu, el efecto del humo no se percibe a nivel aromático, pero durante y después del proceso de fermentación, las moléculas reaccionan y provocan olores que son molestos en el vino.

Tras los incendios, Bordeu y las enólogas Consuelo Ceppi de Lecco y Natalia Brossard, realizaron una serie de pruebas con vinos de la zona de Cauquenes cuyas frutas habían recibido humo durante los incendios.

Bordeu explicó que se llevaron a cabo algunas experiencias para reducir los olores molestos percibidos en los vinos producidos con uvas que habían recibido humo, y los vinos que fueron tratados con carbón activado (Geosorb) arrojaron los mejores resultados, sin que se percibieran olores molestos a causa del humo: en un panel de 24 personas solamente tres indicaron percibir elementos molestos.

Además de recomendar a los viñateros este tipo de tratamiento con carbón activado en caso de tener vinos producidos con uvas afectadas por humo, Bordeu señaló que una buena medida en el proceso de vinificación es reducir la maceración, pues las moléculas que desprenden los olores molestos por efectos del humo se concentran en la piel de la fruta.

Los asistentes pudiereon entonces catar e identificar dos vinos: uno con tratamiento para reducir los efectos del humo, y el mismo vino pero sin tratamiento, quedando en evidencia las diferenciase entre unmo y otro.

Tras el seminario en la Gobernación Provincial de Cauquenes, los asistentes participaron de una jornada práctica de poda en los viñedos de uva País de la Viña Cancha Alegre, donde también los organizadores del evento brindaron un almuerzo campestre.

La enóloga Natalia Brossard, titular del Departamento de Fruticultura y Enología de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), manifestó su complacencia por la gran asistencia al seminario y señaló que evaluarán la realización periódica de eventos de este tipo en la zona de Cauquenes.

(todovinos.cl – Alejandro Tumayan)