Incendios forestales destruyen viñas, campos, viviendas y bodegas

Un número todavía indeterminado de viñas en Cauquenes y otras zonas en el Maule, así como otras tantas en Colchagua y Bio Bío, han sido afectadas por los incendios forestales que están activos en la zona centro-sur del país.

En Cauquenes se han visto afectadas decenas de viñas, siendo que está confirmada la destrucción parcial de las viñas Cancha Alegre, Casa Vergara y San Clemente Wines. Otras en las zonas de Pocillas y Name están bajo inminente riesgo y también en Coronel de Maule, donde el fuego ha sido controlado pero sigue bajo riesgo de que se reactive con los intensos vientos y altas temperaturas.

A las orillas del río Maule fue consumido por las llamas el bosque nativo (150 has) de la viña González Bastías, parte de los viñedos centenarios, además de construcciones aledañas.

En Colchagua los daños se refieren a campos aledaños, aunque hay viñas bajo riesgo de incendio en Marchigüe, Peralillo y Lolol.

En el Valle del Bio Bío el fuego se ha propagado en la comuna de Florida, en la zona de Bulnes y al sur de Yumbel.

La situación es de suma gravedad en todas las zonas afectadas por incendios, ya que los siniestros amenazan con destruir cultivos diversos y también casas e instalaciones aledañas.

Viñateros y agricultores en general se ven afectados por estos siniestros que en su mayoría tienen su foco inicial en predios de las empresas forestales, las cuales no cuentan con equipos suficientes para combatir el fuego, sus planes de prevención son casi inexistentes, y su actuar a lo largo de los años es de total indiferencia con los agricultores y comunidades rurales.

Daniela Lorenzo Burger, de Viña González Bastías, ha afirmado que el inicio del fuego que calcinó los viñedos tuvo inicio en predios de forestal Arauco, donde se realizan trabajos de tala en condiciones de mucho viento y altas temperaturas.

Mientras sigue la tragedia de este mega incendio que ya ha consumido más de 100 mil hectáreas en el centro-sur del país, es necesario plantear la necesidad urgente de una nueva legislación forestal.

El nefasto decreto ley 701 que incentiva con dinero a las empresas que planten monocultivos está archivado, pero además de su derogación es necesario que exista una nueva normativa que responsabilice a las empresas forestales por los daños que puedan causar a terceros, como son los incendios, pues es impresentable que inviertan con 80% de subsidio por el Estado y no tengan ningún deber para con sus plantaciones ni con las comunidades aledañas.

Las empresas forestales Arauco y Mininco/CMPC que abastecen a las empresas de celulosa son controladas por las mismas familias, Angelini y Matte, y detrás de un discurso de lavado de imagen donde se presentan como empresas que incentivan la forestación, los “bosques” y el medio ambiente, hay una gran destrucción de los suelos rurales de Chile, de los ríos aledaños a sus plantas de celulosa, así como la contaminación del aire y otros cultivos en las zonas donde operan y cuyos habitantes sufren con la falta de agua por el gran consumo de esos monocultivos.

Es de esperar que esta tragedia al menos sirva para que los organismos correspondientes incluyan cláusulas de responsabilidad en la nueva ley forestal que se prepara en el Ejecutivo y que posteriormente pasará al Legislativo. Es de esperar también que las autoridades no sucumban al lobby de estas empresas y de una vez por todas dejen de tener privilegios tributarios, subsidios o exención de responsabilidades.

Aún no se sabe de todo el daño que han provocado los cientos de incendios en la zona centro-sur, el balance de la destrucción vendrá más adelante, pero lo que ya es una certeza, es dar un basta a todos esos privilegios e irresponsabilidades que han estado vigentes en Chile por más de cuatro décadas.

(fotos 2 y 3 de Viña González Bastías, a orillas del río Maule)

(todovinos.cl – Alejandro Tumayan)