ClimWine2016: El problema del cambio climático en el sector vitivinícola

clim16Más de 180 participantes procedentes de veinte países se reunieron para hacer un balance de los efectos del cambio climático en la vid y el vino y analizar las posibilidades de adaptación de los viñedos. Este simposio ha sido organizado por el INRA en colaboración con el ISVV de Burdeos, con el patrocinio de la OIV y la Asociación Europea de Economistas del Vino.

Un total de 46 ponencias y 60 posters ofrecieron una visión global de los problemas relacionados con el cambio climático a los que se enfrentará la vitivinicultura mundial a partir de la segunda mitad del siglo XXI.

Antes de 2050, la evolución climática y los impactos asociados previstos no son demasiado alarmantes, pero a partir de ese momento hasta el final del siglo, si no se interviene, los efectos podrían ser muy preocupantes dada la cantidad de gases de efecto invernadero (CO2, en particular) ya liberada en la atmósfera. El aumento de la temperatura del aire y los cambios en el régimen pluviométrico fueron ampliamente discutidos, pero la atención también se centró en temas relacionados con la temperatura del suelo y el viento que podrían tener graves consecuencias en el comportamiento de la viña (mineralización, evaporación de agua, etc.).

Se presentaron simulaciones climáticas para las diferentes regiones del mundo, y varios ponentes hicieron hincapié en la importancia de conocer el clima a nivel local para enfrentarse a los desafíos que plantea la adaptación. La visita a St. Emilion para conocer la red de sensores de temperatura que cubren 12.500 hectáreas y el proyecto Life-ADVICLIM Europea permitió conocer la variabilidad de las situaciones locales.

Las respuestas de la variedad de uva al aumento de la temperatura, CO2 y cambios en el régimen hídrico y sus consecuencias en el desarrollo, crecimiento, consumo de agua y composición de las uvas se abordaron en varias ponencias. En particular, estos trabajos remarcaron cómo la interacción entre diversos factores climáticos puede cambiar completamente los efectos de un solo parámetro. Por otro lado, también es importante analizar los efectos plurianuales, a menudo poco considerados en los trabajos de investigación.

Cuando el agua no es un factor limitante, un posterior aumento de 2 grados podría ser irrelevante en el cultivo de la vid. Sin embargo, las consecuencias a nivel de composición de la uva pueden ser más marcadas. El desarrollo de modelos de funcionamiento de vid que tienen en cuenta estos aspectos podría ser fundamental a la hora de simular el comportamiento de la vid y considerar medidas para su adaptación. El espinoso tema de las enfermedades también se abordó desde diferentes perspectivas (encuestas, modelización, experimentación).

Se ilustraron las posibilidades de adaptación de la viña, analizando una amplia gama de técnicas que se pueden aplicar tanto en campo como en bodega. El cambio climático no es necesariamente considerado como una amenaza inmediata para los productores y, por tanto, es necesario tener en cuenta la adaptación a largo plazo a nivel de prácticas e inversiones.

La conclusión principal de este simposio fue, sin duda, la importancia de la percepción del cambio climático por parte de todos los actores del sector con el fin de adaptarse a los retos del futuro. Por lo tanto, las redes que permiten la interacción entre profesionales, productores, educación, investigación y desarrollo representan un factor fundamental para la adaptabilidad de la viña.

Las diapositivas de los trabajos presentados se pueden descargar en el sitio web del simposio: https://www6.inra.fr/laccave/ClimWine2016