La industria vitivinícola francesa se enfrenta a pérdidas de hasta 2.000 millones de euros después de que las recientes heladas devastadoras dañaron las vides en ciernes.

Esta cifra es de acuerdo con el secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Propietarios Agrícolas (FNSEA), Jérôme Despey, quien dijo que la estimación se había realizado después de amplias consultas con diversas partes interesadas del sector.

Las bajas temperaturas que han causado algunos de los mayores daños ​​por heladas en décadas a las vides y otros cultivos agrícolas afectaron a Francia a principios de este mes, y se vieron agravadas por el clima benigno anterior, que hizo que las cepas de la vid y sus brotes fueran particularmente vulnerables a las temperaturas bajo cero.

«Deberíamos tener seis racimos de uvas por cepa. Ahora esperamos tal vez uno», explicó Michael Gerin a la agencia AFP en su propiedad de 17 hectáreas en el corazón del valle del Ródano. Agregó que en años normales produce alrededor de 80.000 botellas de vino, pero este año estará más cerca de las 10 – 15.000.

«Esta es probablemente la mayor catástrofe agrícola de principios del siglo XXI», dijo el lunes el ministro de Agricultura, Julien Denormandie, y agregó que Francia nunca había visto una helada tan fuerte a principios de la primavera.

Las heladas profundas destruyeron los cogollos de las vides de viñedos legendarios de Burdeos, Borgoña, Languedoc y el valle del Ródano. El presidente de la Unión de Agricultores de FNSEA, Jerome Despe, advirtió: «Este es un fenómeno nacional. Dijo que estas heladas son peores de lo que recordaba». Por su parte, Boris Calmette, enólogo de 62 años presidente de la asociación de bodegas cooperativas de Francia, habló de un desastre: «Nuestras cooperativas de vino se han visto afectadas hasta en un 90%, lo que es extremadamente raro».

Los funcionarios agrícolas locales dicen que el 90% de los viñedos en la región sur de han sido destruidos, y no solo las uvas como decimos, también melocotoneros, nectarinas y albaricoques. Entre las cepas más afectadas se encuentran las uvas Pic St Loup de Languedoc, en el sur de Francia, donde la temperatura bajó a -8 ° C.

Las 65 regiones vinícolas de Burdeos se vieron afectadas por temperaturas tan bajas como -5 grados centígrados, y los viticultores encendieron braseros y antorchas a unos pocos metros de distancia para proteger sus cultivos. Otra estrategia es quemar manojos de paja.
(vinetur.com)