Viñateros de San Javier premiados por jurado internacional

Lo hacen hace años, de generación en generación, y es parte integral de sus vidas, de las vidas de los pequeños productores de vino de la comuna de San Javier de Loncomilla, cuyo secano reúne las condiciones óptimas para el crecimiento de parras aguerridas de País y Carignan, también otras variedades, pero éstas son las más abundantes en los campos de decenas de campesinos que siguen con la tradición de producir vinos de manera artesanal que expresan las características del terruño.

En el territorio de la comuna de San Javier existen viñas conocidas y prestigiosas cuyos vinos tienen presencia a nivel nacional e internacional, pero los pequeños productores han estado allí desde hace siglos cuidando sus viñedos y siempre produciendo vinos en pequeña escala, y de manera algo anónima han seguido con sus tradiciones por generaciones.

Ahora, hace pocas semanas atrás, llegó el primer reconocimiento a estos pequeños viñateros de San Javier, ya que tres de ellos fueron premiados por el jurado internacional en el concurso Catad´Or Ancestral celebrado en la región de Ñuble.

Por iniciativa de la municipalidad de San Javier e INDAP, los vinos de siete pequeños productores de San Javier enviaron sus muestras para este concurso, y tres fueron premiados: dos con Medalla de oro, Alnurfo Almuna y Jorge Bravo, y uno con Medalla de Plata, José Castillo.

Es digno de destacar este reconocimiento porque la mayoría de estos viñateros producen vino a granel y nunca los habían embotellado, lo hicieron especialmente para esta ocasión y aunque pocos de ellos ya habían preparado algunas botellas para la feria Cultura y Vino que se realiza cada año en San Javier, evento al cual fueron incorporados para mostrar, dar a degustar y vender sus vinos.

Junto al agrónomo Alfonso Fernández del Prodesal que implementa la municipalidad de San Javier e INDAP, visitamos al productor Alnurfo Almuna en la localidad de Pillay, donde tiene una hectárea y media de viñedos de uva País de más de 60 años.

Don Alnurfo no embotelló ni un litro de vino, solo enviaron muestras al concurso y obtuvo Medalla de Oro por su vino País 2018. Sorprende la calidad del vino, un País sin filtrar con las características rústicas de esta variedad que se da tan bien en el secano maulino, pero llama la atención el color y cuerpo firmes, y a la vez una docilidad que lo hace muy agradable de beber, incluso con sus 14 grados y fracción.

Este pequeño agricultor de 72 años resalta, eso sí, que “ahora está muy difícil vender el vino, parece que se toma menos vino que antiguamente, por eso ahora mi producción apenas llega a los 2 mil litros contra los siete mil que producía hace años atrás”.

Acerca de la Medalla de Oro que ganó su vino en el Catad´Or Ancestral Don Alnurfo no se refiere mucho al respecto, aunque lo celebra y dice que es algo positivo, su preocupación estaba en vender los últimos mil litros que tenía en barricas viejas, algo que ocurrió al día siguiente de nuestra visita.

También visitamos a Don José Castillo, en el sector de Cuatro Esquinas, Carrizal, también en el secano maulino en la Ruta Los Conquistadores. Este viñatero produce 12 mil litros de País con Carignan y tiene 2 hectáreas de viñedos. Su vino, que ganó Medalla de Plata en el Catad´Or Ancestral, es algo más potente, más rústico, preservando también las características de un vino del secano, de graduación alta también, cerca de 15 grados. Un vino potente, de buen color y cuerpo que sin duda hay que beberlo junto a un buen asado.

Castillo además de viñatero, oficio que aprendió con su padre, también es tonelero, trabajo al cual dedica parte de su tiempo aunque en la actualidad afirma que lo pedidos que más le llegan son para reacondicionar y recuperar barricas de diferentes tamaños. Dice que aprendió el oficio de tonelero “echando a perder y aprendiendo”, y se enorgullece de la medalla de plata que le otorgaron en el concurso, y pretende mejorar sus etiquetas y seguir embotellando un porcentaje de la producción para vender especialmente en ferias de vinos.

Así como miles de pequeños viñateros de la zona centro-sur del país, estos dos productores no dejarán de producir vino a granel, pues esa es la tradición y la forma en que se comercializa en el campo, y un porcentaje menor lo embotellarán para vender en ferias. Al parecer esa es la modalidad más adecuada a la época, pues los canales de distribución para vender estos vinos de campo no existen, y les cuesta mucho vender botella a botella.

Lo destacable es que la calidad de estos “vinos de campo” (mejor esta denominación que llamarles ancestrales, es muy pomposo) está mejorando en varias partes del país, en este caso en San Javier de Loncomilla, donde el municipio junto a INDAP van avanzando en la implementación de algunas buenas prácticas en los viñedos y bodegas pero sin mayor intervención en la producción, preservando el estilo de los vinos, un estilo que es muy especial y único, y que sin duda debería perdurar en el tiempo.

(Alejandro Tumayan – todovinos.cl)