Ventas de vinos caros suben más de 3.000% en nueve años

Si bien el consumo de vino en Chile se ha mantenido prácticamente inalterable durante los últimos años, la venta de botellas de mayor valor se ha ido disparando ejercicio tras ejercicio. Es que, la premiunización del consumo, de la mano de una estrategia a nivel industria, ha hecho que los paladares nacionales opten por mostos cada vez más premium. Los vinos estándar han dado paso a categorías que superan los $20.000 y que crecen a pasos agigantados.

Así, mientras la venta total de vino chileno ha caído 1,5% entre 2008 y 2017 -la baja sube a 2,6% si se compara 2017 versus 2016-, la ingesta de botellas sobre los $25.000 se ha elevado 3.200% en nueve años, revela el Informe 2008 de Volumen Doméstico de Chile de la firma inglesa de datos de bebidas alcohólicas, IWSR. Si en 2008 se comercializaban 500 cajas de 9 litros superiores a ese precio, el año pasado ese monto llegó a las 16.500 cajas, un crecimiento anual promedio de 47,5%. El liderazgo lo ostenta Cabo de Hornos de VSPT, con 10.500 cajas comercializadas en 2017; le sigue Vértice de Ventisquero, con 2.500 cajas, según el informe.

El buen desempeño ha sido similar en el caso de los productos que fluctúan entre los $15.000 y $24.999. Si bien, el incremento no ha sido tan exponencial como aquellos que superan los $25.000, sí han subido: 171% entre 2008 y 2017, y 11,7% anual en el período.

Así, el comportamiento anterior dista bastante del evidenciado por los productos más económicos. El informe revela que el consumo de aquellos vinos que fluctúan entre $1.500 y $2.900 ha subido 29% en nueve años; mientras que aquellos que valen menos de $1.499 se han contraído 20% entre 2008 y 2017, esto refleja una baja promedio anual de 2,4%. Sólo entre 2017 y 2016, la contracción es de 4,1%.

Tendencia en espumantes
El incremento en la venta de productos de mayor valor no sólo se ha reducido al vino. La industria de los espumantes también ha graficado un comportamiento similar. Si bien, las marcas locales siguen liderando ampliamente, las importadas reflejan un incremento bastante más importante. Mientras, lo nacional ha subido 92% entre 2008 y 2018, los espumantes extranjeros se han elevado 923% en el período, según IWSR. Así, si en 2008, los chilenos consumían 10.750 cajas importadas -o 96.750 litros-, hoy asciende a 110.000 cajas (casi 1 millón de litros).

Y las banderas italianas llevan la delantera, con 54.250 cajas vendidas este año, anotando avances anuales de 68,8% desde hace una década. Le siguen las argentinas, con 33.250 cajas, y las españolas, con 16.250.

“El vino espumoso importado de Europa registró otro año de crecimiento, impulsado por el italiano. Los vinos espumosos, comenzaron a encontrar espacio fuera de las ocasiones de consumo del Aperol Spritz”, señala el estudio.

Si bien, los productos franceses aún siguen siendo escasos -3.000 cajas vendidas en 2018- las marcas premium que lideran entre las importadas provienen justamente de esa nación. La primera es Moët & Chandon, cuyo valor supera los $42.000 la botella. En 2017, se vendieron 800 cajas, 23% más que hace un año.

Le sigue Veuve Clicquot, casa de champaña francesa ubicada en Reims. Su precio por botella, se empina por sobre los $47.000, y el año pasado se enajenaron 500 cajas. En tercera posición está el conocido Dom Pérignon, producida por Moët & Chandon. Con un precio de más de $195.000, su venta superó las 120 cajas en 2017; y luego se ubica la marca Drappier -de más de $46.000-, con 50 cajas.
(latercera.com/MaríaJoséTapia)