Espumantes brasileños ganan espacio en el mercado internacional

En la última década, Brasil dobló la cantidad de vinos espumosos que exportó, de los 50,9 millones de litros vendidos al exterior en 2006, se pasó a los 125,9 millones de litros en 2017, con la previsión de que en 2019, continúe este aumento.

Según el gerente del Instituto Brasileño del Vino (Ibravin) Diego Bertolini, en 2017 las exportaciones de vinos brasileños aumentaron un 55 por ciento, y este año, un 42 por ciento.

«Nuestro objetivo a medio plazo es ser reconocidos como productores de referencia de espumantes en América del Sur. Incluso Steve Spurrier, que es un reconocido crítico internacional y que fue quien dijo que los Estados Unidos podían producir buenos vinos, reconoció la calidad del producto brasileño. Hizo una cata a ciegas con varios espumantes sudamericanos y el que más le gustó fue un brasileño», comentó Bertolini a la agencia de noticias china Xinhua.

Según él, el reconocimiento que vienen ganando los espumantes brasileños no debe hacer olvidar las producciones de vinos tintos y blancos en el país, algunos de ellos de gran calidad. «Este es un proceso orgánico de construcción de marca y de madurez del sector en Brasil», aseguró el gerente del Ibravin.

La mayoría del vino producido en Brasil procede de la Sierra Gaúcha, una región montañosa en el estado de Río Grande do Sul (sur del país y limítrofe con Argentina y Uruguay).

Para consolidar cada vez más la producción brasileña de vino en el exterior, las empresas del sector reciben la ayuda de la propia Ibravin y de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex).

«Tenemos desde hace 15 años un convenio con la APEX, con un proyecto que es el Wines of Brasil, que tiene el objetivo de promover las exportaciones y construir la imagen del vino brasileño en el mercado internacional. Desarrollamos decenas de acciones en el mercado internacional, con participaciones en ferias, un trabajo de relaciones públicas, de apoyo a la promoción de ventas… una serie de actividades para fortalecer la imagen del vino brasileño», resaltó Bertolini.

Según él, no se puede comparar la producción brasileña con la de los dos líderes en América Latina, Argentina y Chile.

«Hay aspectos muy distintos, como la cantidad de las plantaciones, el tipo de la tierra, el clima…comparar el producto brasileño con el chileno o el argentino es algo teórico y ficticio. Brasil ha mejorado mucho la calidad de la producción de vinos finos, que se producen en pequeña cantidad y que son apenas el 10 por ciento de la producción total del sector», explicó el experto.

Para él, «un punto en el que Brasil todavía puede mejorar es en la relación calidad-precio. Tenemos excelentes vinos brasileños, pero con precios todavía muy altos. Pero es un hecho que ya existe una gama de productos, de vinos finos de gran calidad, comparables, en nivel de calidad, con algunos europeos, hasta el punto de que ya estamos exportando a Inglaterra, Holanda e incluso Francia», finalizó Bertolini.
(spanish.china.org.cn)