Fondo estadounidense Carlyle toma el control de Codorníu

El fondo norteamericano Carlyle alcanzó ayer un acuerdo con la firma de cava Codorníu para hacerse con la mayoría de las participaciones del grupo. La empresa, propiedad de varias ramas de la familia Raventós, y la empresa más antigua de España (data de del año 1551), llevaba meses buscando un socio minoritario para dar salida a varios accionistas que querían dejar la compañía.

La operación, que valora la compañía catalana en 390 millones de euros, se cerrará definitivamente a finales de año, según ha explicado el productor de cava en un comunicado. La venta culminará, pues, justo cuando estaba previsto el relevo en la presidencia de la compañía, que en las dos últimas décadas ha ocupado Mar Raventós.

Según ha avanzado La Vanguardia, el fondo norteamericano se quedará con un paquete accionarial de entre el 55% y el 60% de la compañía y asumirá parte la deuda del grupo. La operación se ha producido a pesar de las reticencias iniciales de los principales accionistas de la compañía, que no querían desprenderse de la mayoría del accionariado. En un comunicado, Mar Raventós ha asegurado que se ha llegado al acuerdo tras valorar «varias alternativas» y ha justificado la venta en la necesidad de impulsar «la internacionalización, además de dar continuidad a la estrategia del grupo, centrado en la construcción de marcas de valor y prestigio».

Carlyle no solo se queda una de las empresas catalanas más emblemáticas, sino también la firma española más antigua. Fundada en 1551, Cordorníu tiene diez bodegas repartidas en España, Argentina y California y 3.000 hectáreas de viñedos propios. El fondo pretende enderezar el rumbo de Codorníu, que ha vivido un periodo de turbulencias tras decidir abandonar la marca banca (en especial para Reino Unido) y centrarse en las categorías elevadas.

En el primer semestre del ejercicio fiscal, de hecho, la firma ya alcanzó un beneficio de 11 millones de euros, un 61% más que en el mismo periodo del año anterior. Según el comunicado, las previsiones pasan por acabar el ejercicio con un resultado operativo (Ebitda) de 26 millones de euros. El fondo nortamericano ha explicado que su estrategia pasa por «impulsar» esa tendencia a través del «crecimiento internacional», ya sea de forma orgánica como a través de compras de otras compañías.

Tras esta adquisición, las dos principales empresas de cava de Cataluña han pasado a manos extranjeras, después de que Freixenet vendiera el 51% de la compañía al grupo alemán Henkell. Y ello se produce en el contexto de una nueva guerra del cava, en la que los pequeños productores se han rebelado contra los grandes al entender que han seguido una estrategia de internacionalización basada en el precio que ha degradado la denominación de origen (DO). Ello hizo que varias bodegas salieran de la DO y que recientemente otro nutrido de marcas de alta calidad decidieran crear la etiqueta Corpinnat.
(elpais.com)