Argentina: Confirman impuestos a los vinos de 10% al 17%

Tras una serie de rumores, se confirmaron los temores de los bodegueros: los vinos y los espumantes comenzarán a tributar un impuesto gradual que irá del 10% al 17% en tres años.

Cabe destacar que actualmente, los vinos no se veían alcanzados por ningún gravamen, de modo que una vez que avance la medida, que prevé la alícuota del 10%, habrá una presión extra sobre los precios de venta al público.

En el caso de los espumantes, que desde 2005 venían recibiendo continuas exenciones al impuesto interno a los productos suntuosos (cuyo gravamen es del 12%), no sólo dejaron de gozar de este beneficio sino que a partir de ahora se verán alcanzados por una alícuota del 17%.

En este contexto, desde bodegueros hasta representantes de la industria comenzaron a expresarse a través de las redes sociales, donde consideraron desacertado cualquier intento de avanzar con cambios impositivos sobre un producto que está sufriendo la caída de la demanda en el mercado doméstico.

Sobre este punto, Eduardo Sancho, presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (FeCoVitA), entidad que asocia a 29 cooperativas y reúne a más de 5.000 productores y elaboradores, afirmó antes de la conferencia del ministro Dujovne que la medida tendría efectos «gravísimos para la industria” y que afectaría la demanda interna.

Por su parte, el reconocido bodeguero Walter Bressia, había señalado que una decisión de esta índola sería “nefasta” y que implicaría “un golpe muy duro” para el sector.

Por su parte, el gerente de una bodega de primera línea, que produce más de 20 millones de litros anuales, planteó a iProfesional que “venimos de años en los que sufrimos una fuerte presión de costos. Como no hubo manera de absorber todas esas subas, los precios al público subieron mucho, especialmente los dos últimos años, y esto alejó al consumidor, dado que no es un producto de primera necesidad”.

“Los márgenes están muy justos. Así que si se aplica cualquier gravamen, lo único que se va a lograr es incrementar más los precios y seguir afectando el consumo”, disparó.

Demanda en caída
En los últimos años, el consumo de vinos en el mercado interno se estacionó cerca de los 24 litros per cápita, muy lejos de los cerca de 90 litros que se llegaron a demandar décadas atrás.

Y si bien se viene insistiendo en que se bebe menos pero de mayor calidad, lo cierto es que las últimas estadísticas preocupan –y mucho- a un sector que sufre de lleno la competencia de la cerveza.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en septiembre se despacharon al mercado interno casi 841.000 hectolitros, lo que implicó una fuerte caída interanual del 7,6%.

Si se toma el acumulado, se registraron ventas domésticas por 6,6 millones de hectolitros, un 5% menos que en igual lapso de 2016.

Una de las razones de esta pobre performance está vinculada con los aumentos de precios de los vinos, que subieron en mayor proporción que los de un competidor directo, como la cerveza.
(iprofesional.com)