Parras, incendios y humo, las consecuencias de los siniestros en el vino

Los incendios forestales que alcanzaron y destruyeron una importante cantidad de hectáreas de parras centenarias en la región centro-sur del país, especialmente en el Maule y sobre todo en Cauquenes, tendrán ahora otros efectos en los vinos que se produzcan con las uvas que se salvaron de las llamas: es el efecto del sabor a humo.

La casi totalidad de los viñedos centenarios que se quemaron parcial o totalmente a causa de los incendios forestales son de propiedad de pequeños productores, y en la gran mayoría de los casos hacen sus vinos de manera artesanal y siguiendo la tradición de sus familias que están hace generaciones en el campo y en el oficio vitivinícola.

A pocos días de la emergencia dantesca, el ingeniero agrónomo-enólogo Álvaro Peña, hizo público un boletín acerca del tema intitulado “Efecto de la exposición al humo de vides para la producción de vinos”, del Grupo de Investigación Enológica de la Universidad de Chile.

En dicho estudio, Peña enumera los Compuestos responsables al “sabor a humo” de los vinos; Efecto de la exposición al humo en la calidad del vino, de acuerdo al estado de desarrollo del racimo; Implicancia de la densidad del humo y tiempo de exposición; Efecto en las características del vino; Manejo de viñedos dañados por el fuego; Evaluación visual de las viñas y Respuestas al daño por fuego.

A pesar de no ser un estudio extenso, Peña da importantes consejos para disminuir los efectos del fuego y el humo en las vides, así como alternativas para disminuir o eliminar el “sabor a humo” en los vinos. Son recomendaciones valiosas y apreciadas, pero que difícilmente los pequeños productores del secano costero del Maule y Bio Bío podrán adoptar, dada su carencia de recursos y asesoría técnica, sobre todo ahora después del desastre.

Por eso sería muy recomendable que recibieran el apoyo técnico y financiero en ese sentido, en un especial manejo de los viñedos a poco tiempo de la vendimia; en el manejo de la fruta en la cosecha; y también en algunas prácticas que se podrían adoptar en la elaboración de los vinos.

La calidad de la uva que se salvó de los incendios está por verse, pero desde ya se sabe que no será normal. Después habrá que ver si las llamas y el humo tendrán efectos en el vino que se produzca con esas uvas, y si hay efectos habrá que ver que tanto son perceptibles y si son desagradables al beber.

Lo concreto es que la vendimia 2017 será menor en lo que se refiere a uvas y vinos producidos por pequeños productores, y es de esperar que los efectos de los incendios no alteren del todo esas características únicas de los vinos campesinos, cosa que sigan siendo ricos y fáciles de beber y cada vez sumen más adeptos a estos vinos puros producidos de manera artesanal.

 

Ver estudio “Efecto de la exposición al humo de vides para la producción de vinos.