Hace ya casi 15 años, en febrero de 2002, saltaba la noticia de un inmenso fraude –70 millones de litros, según se ha calculado– en la venta de supuestos vinos de Burdeos en el norte de Europa. Por fin, después de que en 2014 se anunciase un sobreseimiento que acabó sin ser definitivo, ahora se ha juzgado la gran estafa. Su cabecilla, el negociante belga Roger Geens, ya sabe que no irá a la cárcel: ha quedado fuera de la parte penal del procedimiento, y sólo ha tenido que responder en la civil.

El estado de salud de Geens, que hoy tiene 78 años y sufrió en 2006 un derrame cerebral, tiene sin duda que ver con esta decisión. De todas formas, deberá pagar 500.000 euros a varios de los perjudicados, que abrieron una causa civil separada contra él.

Durante cuatro años, Geens mezcló vino de Burdeos con vinos a granel y lo vendió con falsas denominaciones de origen. Una empleada despedida le delató. En el escándalo también cayó Hanna Agostini, que había sido la representante de Robert Parker en Burdeos.

¿Por qué se ha demorado tanto el juicio de un asunto que causó enorme sensación en su momento, y del que se esperaban sentencias severas que alcanzarían a todo tipo de ramificaciones? El diario ‘Sud-Ouest’ de Burdeos es el que mejor ha seguido el asunto y ofrecía esta semana algunas explicaciones.

Según el diario, «desde 2002,el proceso ha estado frenado por una serie de errores y de disfunciones», y gran parte de la causa ha quedado anulado: sólo han sobrevivido dos cargos por infracción del derecho al consumo.

En el camino se han «perdido» pruebas, por un extraño motivo: «Incomprensión entre las autoridades belgas y francesas». Así que de las docenas de participantes, al final solamente Geens ha sido procesado. Y lo esencial del proceso ha sido la discusión sobre su capacidad de defenderse. Geens ni estaba presente ni representado por un abogado.

Así que ha quedado libre de prisión, y los demandantes en la parte civil de la causa (la asociación Que choisir, la Federación de los Grandes Vinos de Burdeos y el Instituto Nacional de las Denominaciones de Origen), han obtenido la mitad del millón de euros de compensación que buscaban.

«Es un revolcón tremendo para la fiscalía», decía Jean-Claude Martin, abogado de la Federación, que ha lamentado la lamentable ineficacia de la justicia francesa y de la belga.

Sigue abierto un procedimiento civil en un tribunal de Bélgica.
(elmundovino)