Un total de 600 mil visitantes chilenos y extranjeros llegaron el año pasado a alguna de las 78 viñas abiertas al turismo que existen en Chile, lo que representa un crecimiento del 10% respecto de 2014.

Según datos de la Subsecretaría de Turismo, del total de turistas que visitaron viñas en 2015, un 40% llegó desde Brasil, un 7% desde Estados Unidos, un 3% desde otros países de América y un 2% desde Europa. Y mientras los chilenos representaron un 17%, otro 20% no fue identificado.

Una de las viñas más visitadas es Santa Rita, situada en el Valle del Maipo, al sur de la Región Metropolitana, donde aseguran haber recibido cien mil turistas el año pasado, 49% más que en 2014. «Registramos este aumento impulsado principalmente por la gran cantidad de extranjeros que nos visitaron durante la Copa América», señalaron.

La subsecretaria del ramo, Javiera Montes, destaca los esfuerzos realizados para promover las llegadas de connacionales, entre ellos, la creación del Día Nacional del Vino.

Para el vicepresidente ejecutivo de la Federación de Empresarios Turísticos de Chile (Fedetur), Eugenio Yunis, tales acciones deben ser reforzadas. «Los chilenos tienen que entender que estos recintos no son solo para ir a mirar viñas y bodegas. En estos lugares hay muchas actividades, como museos, restaurantes, juegos para niños, paseos en bicicleta o más», explica el dirigente.

Con 23 bodegas, el Valle del Maipo es la región vitivinícola con una mayor oferta de viñas abiertas al turismo. Le siguen los valles de Colchagua (Región de O’Higgins) y Casablanca (Valparaíso), con 14 y 12, respectivamente. De las 78 viñas vinculadas a este mercado -alrededor de 270 no reciben turistas-, 35 ofrecen servicios de alimentación y 16 de alojamiento.

En cuanto a los precios, se pueden encontrar programas desde $12 mil hasta $70 mil, dependiendo de si incluyen traslados a otras regiones, como desde Santiago hacia la Sexta Región, específicamente a una viña del Valle de Colchagua, donde se puede pasear en teleférico (servicio ofrecido por la Viña Santa Cruz) o a caballo.

«El 14% de los extranjeros provenientes de Alemania, Canadá, España, Estados Unidos, Francia y Reino Unido lo hacen motivados por el vino nacional, para conocer diversas viñas. Este es un atributo que debemos potenciar. A través del enoturismo tenemos muchas posibilidades para ofrecer a los turistas nacionales e internacionales», concluye Montes.

Para el año 2020, el Gobierno pretende aumentar en 40% el número de turistas de viñas, año en que se pretende haber duplicado la cantidad de viñas abiertas a esta actividad. Además, se proyecta duplicar el gasto promedio del turista por estadía.

Entre 2012 y 2015, se ha registrado un aumento de 19% en el número de visitantes a viñas. El perfil del turista que recorre valles vitivinícolas es el de personas de 36 a 60 años. Un 35% viaja en pareja y un 23% lo hace con amigos. En su mayoría tienen conocimientos básicos sobre el vino.
(elmercurio.cl)